TRES DÍAS EN EL FESTIVAL DE PUNTA DEL ESTE 2019 #3

Día 3 - 23 / 02 / 2019

Entre dos Aguas (2018) de Isaki Lacuesta

A las 9hs salgo para el hotel donde se hospedan mis colegas cosa de sumarme al transporte hasta la parada 31 de la mansa, donde se ofrecerá la conferencia de Krzysztof Zanussi y la del equipo de En el Pozo (2018). Antes habla el programador del Festival de Gramado, Marcos Santuario, re-buen loco. Se genera una charla descontracturada sobre la situación de los cines nacionales en Brasil y el cono sur, con la participación de un periodista argentino, los uruguayos y el programador del festival chileno de Viña del Mar, Claudio Pereira Navarro, otro tipo muy buena onda. En Brasil, se estrenan películas brasileras que la ven 200-300 personas. Pregunto si se refiere a 200-300 mil personas. No, 200-300 personas en total: películas que se estrenan en una sola sala, de las 3.500 que hay en el coloso latino. Los directores aspiran a llegar al millón de espectadores y un estreno exitoso se considera superar los 5 millones de espectadores. El año pasado se estrenaron 145 películas nacionales en Brasil, 215 en Argentina, 54 en Chile y 23 en Uruguay.

Llegan los protagonistas, directores y productora de En el Pozo. Todos los compañeros críticos parecen haber disfrutado también de la película, a juzgar por sus preguntas. Rafael Antonaccio y Bernardo Antonaccio se notan a gusto, muy conscientes de lo que hicieron, muy agradecidos con su equipo. Anuncian que la película fue seleccionada en Sitges, donde se exhibirá el próximo Octubre. Hablan del trabajo con los actores: un casting muy grande, dos meses de ensayos, algunos días instalados en Playa Verde, comprendiendo y descubriendo a los personajes junto a los intérpretes. Curiosidad: el único actor que interpreta a un personaje de Montevideo es el único que venía del interior. Los otros tres trabajaron el acento que tienen en la película: para mí les salió bárbaro, lo juro. Los hermanos (directores, productores y guionistas) son de Durazno. Responden que se llevan bien trabajando juntos y que les gusta porque a la hora de crear, cuando uno se estanca el otro lo saca del letargo, lo que permite continuar el proceso creativo. La película costó US$ 175.000 contando toda la inversión, todo, un esfuerzo cooperativo de todo el equipo. Confiesan que fue Bernardo el que conoció la locación y le dijo a Rafael que tenían que filmar una película ahí. Desde ese momento a cuando completaron el corte final pasaron dos años, un tiempo corto para los que suelen transitar las películas uruguayas entre la idea y el corte final. Descartaron poco material y se muestran muy contentos con el trabajo de su montajista principal, Magdalena Schinca. Cuentan que el plan de rodaje fue una de las cosas más exigentes de la realización, teniendo que filmar las escenas de a puchos según el momento del día agrupado en tres bloques: sol fuerte desde arriba, sol desde el lateral, atardecer y hora mágica. Cuando estaba nublado se limitaban a algún plano detalle y hay una noche americana hacia el final, también filmada en un día nublado. Hay muchos más efectos especiales de post-producción de los que pude detectar: les nombré dos, hay varios más. Ahora tienen que volver a la cantera para filmar el videoclip promocional de la música original de la película, compuesta por Socio, de cara al estreno que es el 7 de Marzo en todo el país.

Zanussi estaba esperando tomando una limonada o algo por el estilo. En la conferencia se genera un ambiente similar al de la master class, con sus reflexiones super lúcidas. Ahora nos mira a la cara, con sus ojos azules y profundos detrás de los lentes cuadrados que lo caracterizan. Cuenta del origen de su última película, Ether (2018), de cómo la democratización de las cosas en general y de la tecnología audiovisual en particular no es una garantía de cosas positivas (Hitler fue elegido democráticamente). El mal gusto se ha democratizado, para mal de todos (“si no te gusta Mozart no es una cuestión de gusto, es una cuestión de que eres sordo”). Habla de su vínculo con el gran misterio y sostiene que mientras se reconozca el misterio, no hay diferencia entre un ateo (como el crítico que le hizo la pregunta) y un creyente (como él). Confiesa que la forma en que elige qué película quiere hacer le resulta indescifrable: se despierta un día y lo sabe. Cuenta que en Fellini tenía problemas en los últimos años de su carrera para financiar sus películas por lo que sí se asegura de elegir cosas con un cierto nivel de viabilidad. Me olvido de preguntarle qué cosas ha hecho para lograr mantenerse tan entero a los 80 años. Hoy es sábado, el lunes que viene estará presentando su película en la India.

La organización me incluye en el almuerzo: ravioles de verdura con salsa fileto. Están correctos. Postre: flan con dulce de leche, re-rico. Volvemos a la península y escribo hasta acá para luego volver al hotel (de mis colegas) y ser llevado al cine Life para ver Entre Dos Aguas (2018) de Isaki Lacuesta.

No sabía nada de la película. Conozco la carrera de Lacuesta y su vínculo con el documental de creación y el master específico que cursó en la Pompeu Fabra de Barcelona, que guarda estrecho vínculo con el Doc Montevideo y la forma de comprender el documental de la Universidad donde doy clase. Me pareció una película increíble y es posible que sea el tipo de cine que más me interesa y que más perplejo me deja. Lacuesta retoma a los personajes de una película que hizo hace 13 años (La Leyenda del Tiempo, 2005): dos hermanos marcados por la muerte violenta de su padre y que viven una isla del sur de España, una zona de pobreza, medio heavy, donde el tráfico de drogas es la opción de muchos, ante la falta de trabajo y las dificultades de todo tipo. Digo que es el cine que más perplejo me deja porque es mucho más difícil detectarle el dispositivo, comprender cómo se hace: los efectos especiales, los trucos de montaje, de sonido, la puesta en escena de los géneros más definidos, están más a la vista. Acá la frontera entre ficción y documental se desdibuja por completo (hay momentos que son evidentemente documental, otros que sólo pueden ser el resultado de un pacto de ficción) pero es evidente que todo tiene tremendo ancla en la realidad de los personajes, su vida y el territorio que habitan. Tremendo.

premio festival de cine de punta del este 2019

Durante la entrega de premios del 22 Festival de Cine de Punta del Este 2019, en la Sala Cantegril

Fue la última película que veo del festival. Ahora nos llevan directo al Cantegril donde es la ceremonia de premiación y donde aprovecho a escribir hasta acá. Llueve a cántaros. Después de la ceremonia hay un brindis pero todavía no me confirman si tendré acceso. Todos los críticos y organizadores están empilchados y yo tengo una pinta de reo importante. Descartado completamente caminar hasta lo de Jorgao a cambiarme y volver. Se forma fila para entrar, hay buena convocatoria, sala casi llena. Arranca la ceremonia, discreta, bien ejecutada (sólo le falta algo de música en algunos tramos), conducida por Gonzalo Sobral. Los premios los anunciamos en otro post. El jurado me parece bien conformado, sólo que es raro que Mariana Secco y Mateo Gutiérrez, que trabajaron juntos hace poco en Wilson (2017), sean dos de los cinco. Después de la ceremonia se exhibe la película de Clausura, Simonal (2018), pero yo salgo porque me llama Jorgao y me dice que me puede pasar a buscar y que están yendo a comer pizza. Me gustaría ir al brindis final, tomar unas copas y ver cómo termina todo, pero quedarme acá esperando para ver si sí o si no con la posterior caminata bajo la lluvia (ayer esperé 40 minutos un bondi que nunca pasó y hoy ya caminé, según mi celular, 12,5km), me desalienta. Le confirmo a Jorgao y me voy a comer esas pizzas.

Tremenda experiencia. El festival merece el crédito de tener una programación muy atractiva (quizá un poco escueta, sobre todo en la competencia), una convocatoria de público significativa (aunque en su mayoría adultos mayores), un nivel de proyecciones entre excelente y bueno (el único detalle es el sonido en la Cantegril, que es medio enlatado), invitados destacadísimos y un equipo contratado y de funcionarios municipales tremendamente bien dispuestos a sacar el festival adelante y dar lo mejor de sí mismos, todo esto sin apoyos del gobierno nacional. No es poco, no, señor.


Este post es la continuación de la crónica del Día 1 y la del Día 2

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