IDA VITALE (2023)

Ida Vitale (2023), película dirigida por María Arrillaga

El pasado 3 de Agosto se estrenó en salas de Uruguay la película de Ida Vitale, protagonizada por la escritora. Luego de una gira por el interior del país, se integró a la programación del Festival de Cine Nuevo – DETOUR, donde el miércoles 11 de octubre tuvimos la oportunidad de ver este documental dirigido por María Arrillaga y que finalmente recibió una mención en la categoría de Medios y Largos de la Sección Oficial. Además, hoy, en el centenario de Ida, Cinemateca tendrá una función especial de la película.

El documental sirve más como un retrato de Ida Vitale que como una biografía típica que narra toda su vida. La directora da este aspecto por hecho para enfocarse en la poetisa como persona y, por sobre todo, para humanizarla y deconstruirla. Como figura icónica de nuestra literatura, el acercamiento desde la espontaneidad y que enfatiza el punto de vista de la autora, intenta comprenderla desde una mirada íntima.

La dinámica entre la directora de la película e Ida se da de forma tal que no hay una entrevista convencional donde ella se siente a contar la historia de su vida: no es el punto del documental. Lo interesante en el seguimiento que María Arrillaga hace de la poetisa está en que deja a la audiencia conocer al personaje en su vida cotidiana, al punto de transformarla en alguien cercana a nosotros. Es imposible no verla y pensar en algún abuelo que hayamos tenido, o querer aspirar a ser ella cuando lleguemos (si es que llegamos) a esa edad.

Fotograma de la película Ida Vitale (2023), lda retratada con su gato.

Aparte de esto, limitarse a observar y acompañarla da como resultado que conozcamos mucho más de la poetisa que lo que ella misma nos pueda relatar en una entrevista formal. Es más importante verla interactuar con los objetos de su casa, con sus recuerdos, con cómo se habla a sí misma, con cómo utiliza el celular y se maravilla ante la música clásica, con cómo trata a los niños o a su público que la escucha recitar, e inclusive cuando va a España a recibir el Premio Cervantes y saluda a los reyes, entre otros fragmentos que captura la película. Sabemos que ella no nos va a decir todo y sigue habiendo un enigma en lo que no dice, pero lo que realmente le importa a la narración es mostrarla como persona y admirarla como ícono.

Este documental funciona porque aparte de tener un personaje excelente como lo es Ida Vitale, con una gran trayectoria e importancia dentro de la historia de la poesía, se centra también en ella como persona. Más que nada como persona que vivió casi 100 años y sigue viviendo de una forma tan entusiasta, que el espectador no puede hacer más que encariñarse con ella y reírse frente a sus ocurrencias y comentarios.

Ida Vitale (2023)

En la poesía hay contemplación y la película intenta captar esto. Ida Vitale tiene una visión envidiable del mundo. Es evidente el encanto en cada actividad que realiza, con una sensibilidad única que solo se realza con los años vividos. Porque el ser así de sensible le permite a la vez reflexionar de una forma particular sobre su existencia.

Quedarse con letras del abecedario que ella elige como mini capítulos del documental, sirve a la narración contemplativa (pero no por ello exenta de rítmo) para irse deteniendo en cada una de esas letras (eligiendo palabras para las letras en cada ocasión) y ver lo que ella está haciendo o escuchar lo que ella tiene para decir sobre la vida. Observar que toda esa vida pasa ante ella sumado a cómo la vive ablanda hasta el corazón más duro. Es un gran documental que entendió perfectamente lo que quería decir y mostrar, y supo ir a la par de lo que Ida tiene para expresar. Nos reímos mucho, pero yo además lo lloré todo.

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