FIESTA NIBIRU / EN EL POZO / SHOPLIFTERS / NUESTRA HERMANA MENOR / THE FAVOURITE / JAMÁS LLEGARÁN A VIEJOS

Lo que vimos en salas #2

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Fiesta Nibiru (2018) + En el Pozo (2018) 

Los dos primeros estrenos uruguayos del año son cine de género y son polémicos. Han despertado afectos y odios equivalentes. Por un lado Fiesta Nibiru, con la irreverencia habitual de un Manuel Facal más consciente que nunca de sí mismo, que se caga en toda norma narrativa habida y por haber, aterrizando con este OVNI cinematográfico desquiciado, homenaje a lo «peor» del cine Z. Por el otro, En el Pozo, un thriller melodramático calmo con caracterizaciones más funcionales que realistas y que ha sido leído y promovido como una denuncia a estereotipos y concepciones machistas de la mujer, a la vez que, otras voces, le reclaman ser, en realidad, una reproducción de esos cánones opresivos. La única forma de solucionar la disyuntiva es verlas mientras siguen en cartelera. El cine uruguayo no es tan fácil de encontrar después de abandonar las salas. (JAB)

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Shoplifters (2018)

La cartelera uruguaya comercial pasó hace poco por un momento extraño y afortunado. Dos semanas antes del estreno de Shoplifters, la última película del japonés Hirokazu Koreeda, que venía de ganar en Cannes, se estrenó una de sus películas anteriores, Nuestra hermana menor (2015), la cual tuvo más éxito del que era imaginable y llegó a convivir al menos dos semanas con la nueva. De repente, en un panorama atomizado por los Oscars, caras lindas, extranjeros simpáticos y un montón de artillería básica, había dos películas de uno de los directores que más se ha dedicado a retratar la vida de las familias japonesas contemporáneas, con realismo y una sensibilidad que dista infinito de la sensibilidad de las producciones habituales que se pueden ver por acá. Dramas ambientados en el Japón contemporáneo. Una especie de ciclo minúsculo e involuntario. Que nadie notó –porque tampoco era para tanto- pero que se trató de un oasis, un agujero en la realidad. Shoplifters no sólo es lo más alejado que puede haber de todo lo que huele mal en la cartelera, sino que además es una gran película, que cuenta la historia de una pequeña familia improbable, pobre, que toma decisiones estúpidas a veces y que acierta en otras. Una película que logra, en los pequeños destellos que se abren a lo largo de su trama, dejar bastante claro que los formatos habituales de familia que el sistema imperante propone habría que incendiarlos. (AF)

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Nuestra hermana menor (2015)

Es agradable ir al cine a ver una película como ésta porque se siente como volver a ser espectador de la vida y no de un espectáculo. Koreeda logró, una vez más, situarnos en frente a una familia y ver, sin ser vouyers en eso, los dolores que se desatan dentro. La película va sobre tres hermanas que encuentran a su hermana menor a raíz de la muerte del padre de las cuatro. El fallecimiento del mismo revive viejos conflictos y rencores, a la par que genera una gran e inesperada unión entre ellas como solución o bálsamo para esos dolores. La película se va en secuencias de almuerzos y conversaciones, y es de esas películas en las que no sucede más que los personajes tratando de lidiar con sus emociones y vínculos mientras comparten el día a día. No es una película de entretenimiento y por eso digo que volvemos a la cualidad de espectadores de la vida: Koreeda nos sitúa en un lugar en el que accedemos a la cotidianidad de estas mujeres sin sacar un disfrute excesivo o inconsciente de ello, sino simplemente el que nos genera la identificación y la empatía con personas que están lidiando con pequeños-grandes problemas, al igual que nosotros. (AP)

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The Favourite (2018)

The Favourite es quizás una de las mejores películas de estos últimos premios Oscar. Dirigida por el griego Yorgos Lanthimos, director de The Lobster (2015) y The Killing of a Sacred Deer (2017), trata de la disputa entre dos mujeres (Emma Stone y Rachel Weisz) por ser la favorita de la Reina (Olivia Colman). Debo admitir que en un principio temía que la película perdiese ese estilo Lanthimos que a todos sus seguidores nos gusta, por no haber sido escrita por el griego. Por suerte no pasó eso y el estilo del director es palpable desde su primer plano. Una película con una fotografía hermosa donde a veces se abusa de los gran angulares. Una dirección de arte que a uno le quita el aliento por su nivel de detalle. Actuaciones destacadísimas que le valieron nominaciones a las tres actrices. La película logra unir el humor negro de Lanthimos con la recreación de época, logrando momentos de gran paroxismo. Como siempre logra mezclar lo bizarro con lo normal. Es una película bella que nunca aleja al espectador de las situaciones que se van sucediendo. (HC)

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Jamás llegarán a viejos (2018)

Sorprende que existan puristas del archivo histórico que critiquen la película cuando en última instancia su objetivo, bien logrado, es acercar al público contemporáneo a la historia. El documental de Peter Jackson (El señor de los anillos) utiliza lo último en tecnología audiovisual para darle color, movimiento y sonido a imágenes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), remasterizando el pasado en nombre de rescatar su íntima relación con el presente. Como se ha visto en las series documentales Apocalipsis: La segunda guerra mundial (2009) o La Segunda Guerra Mundial a todo color (2009), este último disponible en Netflix, la colorización y restauración de material de archivo puede tener un gran efecto en cómo se perciben de un evento cataclísmico tanto los momentos de gran escala como la cotidianeidad de quienes fueron afectados de mayor o menor manera, ya que el blanco y negro, bendito sea su nombre, impone un cierto nivel de artificio. En el documental de Jackson es mucho más fácil sentirse parte de situaciones filmadas hace cien años o establecer un vínculo con aquellos soldados ingleses en Bélgica, muchos de los cuales apenas salían de la adolescencia, capturados fotográficamente dentro y fuera de un infierno que es difícil conceptualizar en tamaño y alcance. La película se concentra, sobre todo, en el mundo interior de los combatientes: algunas de las técnicas de la película incluyen la utilización de testimonios grabados que dejaron sobrevivientes de la guerra en los años sesentas y setentas, cartas y documentos narrados, y el uso de expertos en leer labios para reproducir lo que parecen estar diciendo los sujetos mudos. Jamás llegarán a viejos fue hecha en conmemoración a los cien años de la Gran Guerra y es genial que existan múltiples maneras de experimentar un mismo pedazo de la historia. (FC)

 

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