De alguna forma quizá no tan poco evidente ocurrió que la mayoría del cine que circula dejó de ser arriesgado en todo sentido. Los modelos, como las variedades de cereales y chicles, se reproducen y repiten: casi todas las películas son iguales. Quedan muy pocos directores-creadores que se juegan algo a la hora de filmar. Directores cuyo punto de vista se comprometa con lo que muestra, exhibiéndose y, por lo tanto, poniéndose en riesgo. Mucho menos habitual es esta imponente Taxi Teherán, donde el creador no sólo arriesga su punto de vista, su dominio de la técnica y de la forma fílmica, de la credibilidad y la verosimilitud, sino que también arriesga su vida. Y no la arriesga sólo porque en el medio de un régimen totalitario que le prohibió filmar, él va y filma una (otra) película; la arriesga porque la película también denuncia las atrocidades de ese régimen.
Pero lo más fantástico y emocionante es que lo hace sin desgarramientos, de forma lúdica, con una sonrisa en la boca. No sólo porque la construcción narrativa y vaya-uno-a-saber-hasta-qué-punto-guionada de este documental (sic) es tan fascinante como las de aquellas ficciones en 35mm (Offside, El Círculo, El Globo Blanco) sino porque hay literalmente una sonrisa y una calma sostenida en el rostro de Panahi. Y yendo aún más allá, está también o sobre todo en la actuación menos representada de la película, el más real de todos los personajes, esa «señora de las flores», la abogada sancionada que explica en detalle aquello que se juzga como «conspirar» en Irán, y lo hace también con una sonrisa en la boca, revelando desde su no-actuación, en la conjunción de su discurso y su rostro sonriente (tanto como en ese punga facho del comienzo, el vendedor de películas piratas, la esposa que grita todo el tiempo, las señoras con la pecera, la sobrina, y, al fin y al cabo, toda la fauna de personajes que desfilan por esta pelí- taxi), que la forma de sobrevivir la atrocidad y la injusticia es, por sobre todas las cosas, el sentido del humor.
Taxi Teherán, 2015, de Jafar Panahi. 78min.
FUNCIÓN: Sábado 2 de abril – Cinemateca 18, 21.30hs. (Ceremonia de Clausura)
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