#1. Leos Carax dirige un musical
Después de pensarlo un poco no parece tan insólito. Las películas de Leos Carax (las buenas, las malas, las horribles), todas tienen algo de musical. Teniendo en cuenta la ya mítica e imitada escena de Dennis Lavant corriendo bailando en Mala Sangre (1985), el tono artificioso y exaltado de Los Amantes de Pont-Neuf (1991), y mucho de lo que ocurre en Holy Motors (2012), la idea que el director francés se aboque directamente al género no resulta ilógico. Su próximo film, Annette, (que como todos los anteriores del realizador ya tiene una producción con varios inconvenientes, retrasos y cambios), por lo poco que se sabe, trata sobre la vida de un comediante de stand up cuya mujer ha fallecido recientemente, y con la cual tuvo una hija que al parecer tiene una especie de don sobrenatural. Otros datos que la vuelven un producto extraño e intrigante es que la música involucra a los Sparks (la banda de hermanos que cruzaron el glam de los 70s, pasaron al tecno de los 80 y 90, y ahora son una especie de tíos hermosos pasados de vuelta de todo), que se trataría del primer film realizado íntegramente en inglés por Carax, y que su protagonista sería Adam Driver. Si, el mega chongo de Girls (2012-2017), Paterson (2016) y BlaKkKlansman (2018). ¿Sabe cantar, sabe bailar? Quién sabe, ojalá que sí. Su partenaire será Marion Cotillard, y el rodaje comenzará en los próximos meses del 2019. (FL)
#2. La última de Woody Allen en el festival de Venecia
Luego de ser archivada por Amazon (que tenía un contrato de producción de cuatro películas con el director), A Rainy Ray in New York (2019) de Woody Allen tendrá su estreno en septiembre durante el festival de Venecia, comprados los derechos de exhibición por diferentes distribuidoras europeas. El movimiento #MeToo selló el infortunado destino de la película entre el 2017 y el año pasado: cuando se resucitaron las acusaciones al realizador, ya investigadas en 1992, del supuesto abuso de su hija adoptiva Dylan Farrow. Celebridades que trabajaron con el director o en este filme manifestaron su completa indignación (cerca de la temporada de los Oscars, no menos), tal que Timothee Chalamet, el protagonista, prometió donar toda ganancia que le produzca la película para causas relacionadas. No todos sus ex colegas juraron nunca más trabajar con él; Javier Bardem, entre otros, ha defendido su inocencia. Es más, la productora española Mediapro ofreció sus servicios al director neoyorkino, diciendo en un comunicado: “Tenemos una relación de diez años con el Sr. Allen y, como todos los proyectos que producimos, juzgamos al creador por su trabajo”. Esta no es la primera vez que Europa salva la carrera del realizador; poco éxito tienen sus películas en Estados Unidos en comparación con el viejo continente. (FC)
