«LOS 251 GIGAS QUE OCUPAN MÁS LUGAR EN MI CORAZÓN»

Entrevista a Isabel Wschebor, Julio Cabrio y Jaime Vázquez

Hoy 24 de mayo se realiza la proyección de Eclipse solar, un cortometraje realizado en 1938 y digitalizado en el 2017 a raíz de un proyecto llamado Plan Nitratos, el cual busca rescatar los fílmicos del depósito de Cinemateca que se encuentran en estado crítico. Esto se enmarca como propósito de la Mesa Interinstitucional de Patrimonio Audiovisual (MIPA), conformada por el Archivo General de la Universidad (AGU), la Universidad Católica (UCU), Cinemateca, el ICAU y el archivo del SODRE. 

Después de un largo proceso que busca preservar el patrimonio audiovisual, comienza el primer paso: la digitalización de nitratos. Muchas cosas quedan por hacer, y en ese marco hablamos con los protagonistas: Isabel Wschebor, coordinadora del Laboratorio de Preservación Audiovisual de AGU, Julio Cabrio y Jaime Vázquez quienes participaron en el proceso como ayudante y técnico respectivamente.


El tema de archivo y preservación de lo audiovisual tiene una trayectoria larga, de varios años ya. ¿Cómo ven ese proceso en retrospectiva? Hoy 2017 tenemos esta máquina y pudimos digitalizar el primer nitrato.

IW: Lo primero que esta proyección simboliza es que se logró un trabajo interconectado de las instituciones. Algo que tiene el tema patrimonio en general es una histórica falta de trabajo colectivo. Siempre estuvo cada uno tirando agua para su propio molino, pero hoy este trabajo ha permitido que se genere algo que es por el bien del patrimonio audiovisual en general y no para mejorar cada uno su casita.

El escáner es el símbolo, detrás de eso hay un montón de años de trabajo. Ir, tener reuniones, tratar de coordinar, buscar un punto de interés común.

Otro asunto que está buenísimo es que, históricamente, si el Estado no invertía en un escáner de medio millón de dólares con servicio técnico incluido, se pensaba que no íbamos a poder hacer nada.

Nosotros habíamos logrado instalar un sistema integral de preservación que permitía telecinar películas de 16 mm, pero ahora con el escáner podemos responder muy diversas demandas. Eso es importante porque el patrimonio se expresa en muchos soportes. Avanzar en la diversificación de respuestas es un punto que tenemos en cuenta

 Es como el primer paso.

IW: Es el primer resultado visible de todo esto que se viene discutiendo desde hace mucho tiempo. Eso sin duda.

El MIPA en su momento, cuando se conformó después de las reuniones de Compromiso Audiovisual, un poco recogía los informes que nosotros habíamos hecho. Ya en esos informes delineábamos qué era lo que se precisaba. Lo que se logró en el 2014, y en el 2015 con la conformación del MIPA, es que todas esas cosas que veníamos diciendo (rescatar los nitratos, rescatar los magnéticos, restaurar, tener bases de datos y un depósito único) comenzaron a tomar forma, en un camino bastante largo de dialogo interinstitucional.

Yo pienso este momento de la siguiente manera: como en el corto, son casi 7 minutos de la luna tapando al sol. 7 minutos de un pequeño cuerpo celeste…

JC: Tapando al astro rey.

IW: Claro, hay algo simbólico ahí. No sé.

JC: En ese sentido emotivo, me acuerdo de la primera vez que entré al depósito donde están guardados los nitratos en Cinemateca. Dije: “Esto no se va a salvar nunca”. Haber hecho todo este camino y que hoy exista la primera digitalización de estos materiales es emotivo.

IW: Esto no soluciona lo que sucede en el depósito de Cinemateca, pero sí le muestra a los actores directamente implicados y a la sociedad que sí se puede mejorar. Que hay cosas que se pueden hacer. Hay gente, ganas y posibilidades. Para que esto, que es una semillita, se transforme en algo con continuidad y permanencia hay que desmitificar la idea de que si no hay equipo no se puede. Porque se puede. Tenemos equipo, gente, voluntad y corazón.

Algo a lo que ustedes le pusieron bastante foco en todo esto es al tema de la concientización de la gente. En llamarle la atención a los que no están al tanto de lo que pasa, o a los que les da igual.

IW: Sí, uno de los temas que tiene la preservación audiovisual es que muchas veces no podemos mostrar los contenidos de lo que aseguramos que es importante salvar. Es muy difícil concientizar así, ¿quién te cree? Arrancar nos permite mostrar, justamente. Que la gente lo vea.

Claro, ver que en realidad existen esas imágenes, que están allí en ese depósito. ¿Qué expectativas tienen respecto al miércoles? ¿Qué piensan que va a generar en la gente?

IW: No sabemos. Sabemos que la gente que se ha ido enterando está re copada.

JC: Hay un montón de autoridades confirmadas.

IW: También vamos a presentar un video que hicieron los de Memorias Magnéticas, un grupo que se formó en la Facultad de Comunicación de la UdelaR. Ellos van a presentar un audiovisual de todo el proceso de la restauración del equipo. Va a venir gente de lados muy diferentes entre sí, pero no sabemos qué van a pensar. Los astrónomos y la gente del IAVA están re copados. Todos quieren saber quién era el astrónomo encargado del momento, etcétera. Por ejemplo, hablábamos sobre quién habrá filmado “Eclipse solar”. Yo pienso que fue filmada por Isidoro da Monte, porque fue el capo de la Sección Fotocinematográfica del Ministerio de Instrucción Pública, que es la institución que figura en los créditos. Y además por el tipo de cámara que se utilizó. Isidoro da Monte es uno de los mejores fotógrafos de Montevideo, de las primeras décadas de inicio de siglo. Y este corto se asemeja mucho a la forma que él tenía de fotografiar. Sin embargo, nuestro rol no es investigar quién filmo qué. Nosotros somos el disparador, está bueno que a partir de esto se investigue y se muevan los archivos. No pretendemos ser los dueños de todo el proceso.

JC: Claro, agilizar procesos para que otros investigadores puedan hacer lo suyo también y encontrar materiales. Pero sin que exista esto, es muy difícil empezar.

IW: Hay preguntas que se disparan al ver “Eclipse solar”.

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Algo que permite la digitalización es ver el corto en buena calidad.

IW: Sí, pero lo que tiene es que nosotros hicimos la digitalización fotograma a fotograma. Entonces vos vas a ver la película en muy buena calidad pero con sus rayas, sus hongos, sus manchas de óxido, todo. La idea es que se vea el deterioro en esta etapa. Porque así es como está. Es todo un debate, porque a más resolución más vemos el original y su deterioro. Cuando digitalizaron por primera vez fotogramas en 6 u 8 k, lo primero que vieron fue la huella digital de alguien que no usó guantes.

JV: Lo que es increíble es que cuando vos ves la película no te parece que está tan deteriorada. Los hongos casi no se ven, no te impresionan tanto como cuando te detenés en un fotograma. Cuando ves cuadro a cuadro, ahí empezás a ver todo.

¿Dejar el deterioro presente está pensado como algo simbólico?

JC: Es una decisión política. Vos estás diciendo “esto es lo que hay”, es lo más cercano al original. Después, cuando decidís hacer otras cosas, te alejas de lo que está ahí en el nitrato.

IW: Cuando la máquina terminó de digitalizar los 8.200 fotogramas, decía: 251 gigas. Yo dije: “Esos son los 251 gigas que ocupan más lugar en mi corazón”. Ese va a ser todo otro tema. Estos son casi 7 minutos, que junto con los fotogramas y la copia ocupan casi un tera de espacio. Eso hay que guardarlo. Nacho, un compañero, hoy comentaba que si vos esperás el gran plan y las grandes inversiones y no hacés, no vas a llegar a ningún lado. Hacer te permite ver las dificultades concretas que te esperan, como este caso. Lo mismo pasó cuando llegó el momento de digitalizar, ellos ya habían ensayado muchísimo el traspaso de la cinta. Pero al ser una película vieja con empalmes deteriorados el ritmo de sincronización y todo resultó ser otra cosa. Hubo que cambiar un montón de cosas para llegar al resultado final. Está bueno hacer, te da experiencia y te permite saber cuánto te lleva la postproducción. Digitalizar un minuto te lleva 40 minutos. Es información. Además de la emoción de ver el Montevideo que vieron nuestros abuelos cuando eran chicos, nos permite ver concretamente qué necesitamos.

JV: Por ejemplo, que la fricción de un nitrato es mucho mayor que la del polyester.

¿Cómo fueron los arreglos que se le hicieron al escáner?

JV: Fue rústico porque no tenés otra manera de hacerlo. Tuvimos que hacerle un montón de cambios a la máquina para obtener el resultado que queríamos. Usamos lo que necesitamos de ella, hay partes que ni las prendemos. Y le agregamos otras. La digitalización la hacemos cuadro a cuadro con una máquina de fotos. Ahí empezaron los problemas, no estaba pensado para una cámara sino para un prisma. Terminamos utilizando un espejo y una cámara del otro lado. Y ahí va toda la configuración de la cámara.

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Un arreglo llevaba a otro.

JV: Claro. Cada cosa era una aproximación y ahí nos íbamos acercando. Imagínate a una cámara de fotos sacando 8.000 fotos de continuo. Otra cosa es que la velocidad a la que estaba pensada la película eran 24 cuadros por segundo, y nosotros teníamos que bajar la velocidad para que la cámara tuviera tiempo de sacar la foto. Por eso cambiamos los motores del escáner, y eso volvió a cambiar cuando vino el señor nitrato. Hicimos un software para que manejara la velocidad del motor. Estamos utilizando partes recicladas de la máquina.

IW: El otro día para presentar la máquina dijimos: un escáner con productos sacados del estante.

JV: Es todo independiente, se puede ajustar.

IW: El famoso espejo está enganchado con unos ganchos para colgar macetas.

JV: Es un equipo de laboratorio, no es para un usuario final.

Si tuvieran que plantear un objetivo final para todo este proceso del patrimonio, ¿cuál sería? ¿Qué quieren lograr, a grandes rasgos?

IW: Yo creo que nosotros no somos la meta, sino que la sociedad entienda que tiene que crear un buen depósito para la preservación de cine y que tenemos que tener proyectos satélites a ese depósito, para tener mayor acceso. El objetivo común es tener un buen lugar para guardar las películas y que estén en condiciones dignas y que a partir de ahí puedan haber proyectos como el nuestro, para digitalizar, preservar con distintos fines. Otros proyectos como páginas web de acceso a catálogos, bases de datos como está haciendo Juan Andrés Belo. Todos hacemos nuestro esfuerzo para que Uruguay guarde mejor sus películas, pero no somos la meta.

JC: Mejor dicho imposible.

Otro tema, ¿qué va a pasar en 20 años con las imágenes de los 80 y los 2000?

IW: Dentro de los planes del MIPA, está el Plan Magnéticos que tiene la UCU a la cabeza. El Plan Nitratos, si contamos lo internacional, son como 300 títulos. El Plan Magnéticos es como digas “Hola, soy la abuela de fulano, vengo a traer este video…”. Es complicado, hay mucho material. Están el Archivo de la Imagen, y el CEMA, que marcaron la historia del cine y que se encargaron de preservar eso. Pero hay mucho material. Por ejemplo, para hablar de algo sensible, están los archivos que registran las excavaciones de búsqueda de los desaparecidos. Eso fue producido en magnético, mini dv. No será la historia del cine, pero si será importante. Hay que hacer trabajo de transferencia.

JC: Sí, además esos materiales tienen una vida más corta que los nitratos. Los nitratos aguantan un montón de años. Pasa con lo magnético como con lo digital. Cambian los formatos, los softwares. ¿Qué va a pasar con las producciones recientes dentro de 10 años?

JV: Por otro lado, también, todo lo que está en 35 mm no tenés con qué verlo en caso de que el material esté en condiciones. Tenés un problema social que se da porque la tecnología desaparece.

IW: La preservación audiovisual no es sólo la preservación de los documentos, o de los originales, las piezas en sí mismas. Es eso y de todo el arsenal tecnológico que permite reproducirlo.

JV: Y los saberes.

IW: Ya no es como los archivos de antes. Hay que conservar todo, y tener a las personas que saben cómo hacer funcionar el aparto. Esas cosas están sostenidas a vaivenes comerciales. Empresas cierran y eso. Algo que se discutió mucho es la posibilidad de tener un formato que trascienda el software de las cosas. En cine, la guerra comercial siempre fue tan grande que ni siquiera se lograron plantillas de datos independientes del software.

JC: Es muy complejo estandarizar. Así muchas cosas se perdieron.

IW: Es muy difícil preservar así.

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