El pasado sábado 15 de Octubre finalizó la décima edición «del Detour«, el único festival uruguayo que se dedica de forma exclusiva a celebrar el cine de artistas nacionales. La edición ocurrió entre el 8 y el 15 de Octubre en Montevideo y tuvo funciones adelanto durante el mes de Setiembre en el interior del país. Se exhibieron 211 obras de las cuales 198 son hechas en Uruguay y 13 fueron producidas en el extranjero por uruguayas/os. Las proyecciones se realizaron en las salas de Cinemateca Uruguaya, Sala Zitarrosa, Auditorio Nelly Goitiño – SODRE, Movie Punta Carretas, Teatro Larrañaga (Salto) y el Teatro Florencio Sánchez (Paysandú), además de otros espacios culturales de la capital y el interior del país.
La ceremonia de premiación se llevó a cabo en la Sala Zitarrosa, luego de «un toque» de las bandas Isla de Flores y Patricia Turnes y los Paquitos.
(Fotos Lukas Alcain)
Las obras en concurso fueron organizadas en tres secciones: estudiantil, emergente y oficial. Las categorías que aspiraron a premios incluyen medios y largos, series, cortos, videoclips y fashion films.
En paralelo a las proyecciones, durante la semana del festival, se llevó a cabo el Montevideo Cine LAB de Nuevas Realizadoras, donde seis proyectos de opera prima de creadoras emergente fueron tutoreados por la reconocida productora uruguaya Virginia Bogliolo, de la productora Tarkio, y el productor chileno Eduardo Villalobos. También en el marco de estos laboratorios se realizó el primer concurso de guiones de cortometraje, con un total de 68 postulaciones y 15 finalistas.
En la Sección Estudiantil se entregaron diversos premios. El jurado estuvo integrado por Vania Markarian, Hernán Rodríguez y Joaquín García. En la categoría dedicada a trabajos de nivel secundario el jurado distinguió, por un lado, a Pelea, del FPB Audiovisual – UTU Paso de la Arena, como mejor video estudiantil experimental; el premio es una beca para cursos en el Laboratorio Cine FAC. También se entregó un segundo premio a Inolvidable de Paula Giménez “por una dirección que toma riesgos artísticos en la búsqueda de una voz autoral”. Este premio consistió en un curso corto en Uruguay Campus Film.
El primer premio de la categoría secundario de la sección estudiantil fue para Delusión de Sofia Benitez y Christian Curbelo, quienes recibieron dos becas del 50% para la Tecnicatura en Audiovisual en la Universidad ORT Uruguay. El jurado justificó este premio con el siguiente fallo: “Por una dirección equilibrada, precisa y coherente, y un manejo eficiente de los recursos audiovisuales. Logra llevar a la pantalla una idea sofisticada basada en el pensamiento y la práctica de la exploración de la conciencia de Carl Jung”.
En la categoría de cortos terciarios, se entregó una mención a Ruidos de Jonathan Westerley y un premio del Laboratorio Cine FAC al corto experimental Noche eterna de Manuel Rosa, por su «mirada autoral sobre las pantallas y nuestra relación con la tecnología en el contexto poético de la nocturnidad”. El primer premio tuvo dos ganadores que recibieron cupos para cursos cortos a elección en Uruguay Campus Film. Se premió a Sin recepción de Patricio Bianchi Madrid «por una dirección equilibrada en todas las áreas que logra construir una atmósfera tensa y contenida con economía de recursos«; y a Berenice de Larissy Dos Santos por «la elección de un personaje potente y con un discurso articulado. Por una dirección que utiliza los recursos narrativos apropiados para abordar un tema complejo. Porque visibiliza una realidad que se suele abordar desde el prejuicio evitando clichés”.
En la categoría Series Oficiales, el jurado estuvo integrado por Guillermo Trochón, Inés Errandonea y Nacho Álvarez Mattos. Se entregaron dos menciones. Por un lado a La casa grande de Paula Botana, por «cómo construye a los personajes y un final del primer capítulo que te dan ganas de conocer a esta familia y a su protagonista”. Por otro a Adultos Acabados de Nacho Revello, “por su frescura en el lenguaje y en el planteo de sus personajes y por un punto de partida que genera una fuerte curiosidad”. Por su parte, el premio Otto Estudio a la Mejor Serie fue para Chubbywood de Agosto Latino, más conocido por su entrañable personaje Alcira. El motivo de este reconocimiento estuvo basado en «la original y arriesgada temática y por una búsqueda narrativa que promete ser divertida”.
El jurado de videoclips, integrado por Guillermo Trochón, Inés Errandonea y Cecilia Matto entregó los premios de esta categoría en la sección oficial y emergente. Las obras que recibieron mención de parte del jurado en la sección emergente fueron dos. Por un lado, la pieza Mi playa de la cantante Magui Mas dirigido por la sanducera Yasmin Díaz, “por la delicadeza y el talento de hacer un relato creativo con pocos recursos” y por otro Lo que que tengo para dar (del músico Elliot Marwil) dirigido por Eduardo Maqueira, oriundo de Young, “por lo minimalista y hermoso de la técnica utilizada para acompañar la música”
El PREMIO VIDEOCLIP EMERGENTE, que consistió en préstamo de un paquete de equipos para rodaje por parte de SIN SOL, fue para Perderse en la ciudad de Joaquín Gonzalez, “por la ternura y la magia que se respira en todo el video. Por generar una fantasía en el asfalto y trasmitir la mirada infantil de la ciudad y los personajes que uno se puede encontrar o imaginar”.
Por su parte, en la sección oficial, se entregó una mención al videoclip dirigido por Ruta para la banda CELP y el tema Como en las películas, «por los riesgos que asume en favor de contar una historia distinta, mágica y con una estética hipnótica».
Y el premio VIDEOCLIP OFICIAL que consiste en la inscripción a Berlin Music Video Awards de un próximo proyecto de los directores, es para Mi Ausencia de NTVG de Oliver Garland y Ale Damiani. El jurado argumentó su fallo en «la delicadeza y el acierto de cómo traslada la canción a un relato audiovisual potente y resignifica la danza clásica en distintos lugares de una manera bella, desgarradora y poética”.
En los cortometrajes, que también se encuentran representados en las secciones Oficial y Emergente, el jurado estuvo integrado por Ana Clara Rodríguez, Daniel Hendler y Florencia Colman. Se entregó una única mención especial a Firulais films, de Nelson Gómez, Teo Gómez y Facundo Bentura, destacándose por «la creación de un universo propio con un código de humor entre absurdo y surrealista, abordando el metalenguaje con sencillez y empatía«.
También se otorgaron dos premios experimentales, con becas del Laboratorio Cine FAC. Tal fue el caso del reconocimiento a Cuerpo Vivo, de Rocío Llambí, en la categoría emergente; y El Uruguay no es un río de Daniel Yafalián en la sección oficial.
El premio al mejor corto de la sección emergente fue para Cuántas mujeres soy cuando despierto, de Valentina Leoncini. Esta obra recibirá préstamos de equipos para rodaje por parte de LOOP y 15 hs de post-producción de sonido en Otto Estudio. El jurado la distinguió por su «mirada autoral que propone una estética propia y sensible tanto en temática femenina como en poética».
En la sección oficial se entregaron dos premios. Un segundo premio para Las Hortensias de Lucía Malandro y Daniel Delgado Saucedo, por el uso sofisticado de los recursos cinematográficos al servicio de una narrativa personal y poderosa. El reconocimiento consiste en 15 horas de post-producción de sonido en Vivace Post.
El primer premio para cortometrajes de la sección oficial fue para El Último verano de Marina D. Weng y Marcos Oliveira, «por la verdad con que retrata el despertar sexual de la protagonista y el manejo de las contradicciones y ambigüedades de la adolescencia, invitándonos a sumergirnos en un punto de vista contemplativo y sutil». Estos realizadores recibirán un cupo para residencia artística en la Residencia Vatelón (en Villa Soriano, Uruguay).
(Fotos Lukas Alcain)
En la novel categoría de Fashion Films, el jurado estuvo integrado por Sabrina Srur, Elisa Barbosa Rivas y Nacho Álvarez Mattos y reconocieron a la pieza Nova, realizada para la marca Less, por la dupla Barton integrada por Ignacio Giannini y Fabián Rojas. El reconocimiento se basó en cómo esta pieza trasciende la publicidad comercial. Así lo explicó el jurado:
Porque propone un buen balance entre calidad de realización, idea creativa y una narrativa intrigante, que supera la calidad de publicidad comercial para convertirse en un verdadero fashion film. Nos interesaba elegir una obra que contara una historia a través de un lenguaje audiovisual propio de la estética del fashion film, y Nova propone un discurso contemporáneo, pulido y retrofuturista que acompaña las tendencias de lo neoartesanal, el control vs la libertad, y la moda como elemento de transformación.
– jurado de Fashion Films sobre la obra NOVA de Less
Entre las categorías del festival se destaca también la correspondiente al Desafío anual. Un desafío consiste en una pauta restrictiva a nivel productivo que funciona como disparador a nivel creativo. Este año, la pauta fue TERROR EN UNA TOMA, que implica la realización de un corto de terror de un máximo de 5 minutos en una única toma sin cortes, también conocido como «plano secuencia». El jurado del desafío de este año estuvo integrado por Elisa Barbosa Rivas, Alex Piperno y Facundo Sosa. Se entregó una mención especial a Algo está roto de Gabriela Sellanes y otra a La Hora de los Pájaros de Emiliano Umpierrez. Los premios se dividieron en dos obras. Por un lado, el premio al mejor corto de Canelones fue para El Secuestro de Laura Silverman de Eduardo Granadsztejn y Marcelo Sanguinetti, quienes recibieron el premio Locaciones Canarias de $25.000 en efectivo. El jurado justificó el premio en la “curiosa y eficaz economía narrativa que invita con sus elecciones de puesta en escena a una forma de disfrute propia de las viejas épocas del cine”.
Por otra parte, el premio al mejor desafío a nivel nacional y en Montevideo fue coincidente en el jurado para la obra M A T A G A T O, de Ramiro Firme y Santiago Musetti. Por el conjunto de ambos reconcimientos, estos realizadores reciben el total de $35.000, por parte de AGADU e Intendencia de Montevideo, respectivamente, «por una excelente ejecución y apropiación del subgénero found-footage desde la dirección y la actuación, en donde el registro naturalista resulta verosímil y cautivante».
(Fotos: Lucía Silva y Lukas Alcain)
Entre las actividades del Montevideo Cine LAB se entregaron dos premios. Por un lado el laboratorio de nuevas realizadoras entregó un único premio que consistió en pasaje a Chile, hospedaje y alimentación, para participar de la Asesoría de guion en el espacio de industria Encuentros BioBioCine. El proyecto reconocido fue Las Quemadas, de Paula Botana, producido por Belén Ballesteros. El proyecto narra la relación entre una madre e hija en un pequeño pueblo del interior uruguayo cargado de estigmas sociales para las mujeres que no cumplen con ciertos códigos de comportamiento. Paula viajará a Chile el próximo 8 de Noviembre de 2022.
Por su parte, el concurso de guiones, realizado gracias al apoyo de AGADU, entregó dos menciones a los autores Juan Martín Bottero por su guion de Pizza Fría; y a El árbol de las tangerinas de Nicolás Botana. El premio del concurso, que consistió en servicios de producción con un valor de US$10.000 brindados por las empresas Musitelli, ColoUr, Sin Sol, La Mayor, Barbé, Film Solutions y la propia organización del Montevideo Cine LAB, fue para Juan Ignacio Ramos y el guion titulado Falco, «por presentar una historia profunda y universal y narrarla con poesía, habilidad y una imaginería visual potente e intrigante, que queda resonando en el lector».
(Fotos: JAB y Lukas Alcain)
Por último, la categoría medios y largos contó con dos jurados. Uno integrado por los críticos de la Asociación de Crítico de Cine del Uruguay (ACCU), Sol Bauzá, Nicolás Medina y Martín Imer. Este jurado otorgó una mención a la obra de Florencia Núñez, Porque todas las quiero cantar. El jurado oficial de la categoría estuvo integrado por Antón Terni, Ángela Viglietti y Pablo Martínez Pessi. Ambos jurados reconocieron a la obra Bosco, de Alicia Cano Menoni, con el premio que entregaron. En el caso de ACCU se le otorgó el reconocimiento por «retratar con una fuerza testimonial arrolladora la memoria comunitaria y familiar de un núcleo íntimo y colectivo a la vez». En el caso del jurado oficial del festival, el premio otorgado consiste en $40.000 para la directora de la obra y se justificó en el «diálogo poético entre la realidad y la imaginación, el ser humano y la naturaleza, la memoria y el olvido. Por narrar un retrato delicado y amoroso que, como un paréntesis, nos aparta del mundo conocido y nos permite contemplar el paso del tiempo así como reflexionar sobre el hogar que construimos».
La ceremonia finalizó con un brindis donde las empresas Arcor, Mc Donald’s, Cabezas, Santero y Cerveza Patricia agasajaron a los asistentes con productos de sus compañías en un ambiente de alegría y fraternidad.
