Dentro de la generación de escritores pop y sentimentales uruguayos (como Dani Umpi y Natalia Mardero), Patricia Turnes se destaca por mérito propio. Autora de las novelas Pendejos (2007) y Amor y amistad entre ovejas negras (2010), así como del libro de cuentos Últimos días con mi familia (2001), tiene un estilo confesional e irónico. Ex alumna del taller literario de Mario Levrero, ella misma da talleres ahora de escritura autobiográfica. Fue además la autora del blog Chica Vudú, y en estos momentos se encuentra grabando su primer disco junto a Fabrizio Rossi (Mux, Alucinaciones en Familia, Genuflexos). Polifacética y verborragica, nos alegra mucho que haya aceptado nuestra invitación a responder Las 5 de Cine.
01-¿Te acordás cuál fue la primera película que viste? ¿O la primera que te impresionó?
Cuando tenía dos años me llevaron a ver 101 dálmatas (Clyde Geronimi, Hamilton Luske,Wolfgang Reitherman, 1961). De grande me impactaron las películas de Michelangelo Antonioni que vi por primera vez en Cinemateca. Me llamaron la atención esas mujeres solitarias, enfermizas, que se agarran la cabeza o caminan con las manos contra las paredes, escenas medio expresionistas que me recuerdan a «El grito” de Edward Munch. Mónica Vitti en El desierto rojo (1964), por ejemplo, me impresionó mucho. Pasan cosas raras. Por ejemplo, la protagonista, en una reunión con amigos, come huevos de codorniz ¿¡?! Me llamó la atención el uso de los colores, cómo integra los paisajes, la utilización que hace del espacio. Hay sonidos ensordecedores o silencios totales. Dicen que Antonioni mandó pintar una fábrica y hasta un bosque para crear estos climas expresionistas. El retrato de la incomunicación, de la alienación, esa crítica que hace al mundo racional y deshumanizado me llegó.
También me impresionó la actuación de Anna Magnani en el corto La voz humana (texto de Jean Cocteau filmado por Roberto Rossellini que forma parte del film Amore, 1948 ) por los pocos recursos, una amante abandonada sobre una cama con un teléfono, un monólogo melodramático con una puesta en escena bastante económica.
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02-¿Cuál fue la última película que te gustó? ¿Por qué?
Anomalisa (Charlie Kaufman, Duke Johnson, 2015), una película de animación para adultos bien neurótica. Amé la escena en la que Jennifer Jason Leigh -que hace la voz de Lisa- canta la estrofa de la joya pop de Cindy Lauper, Girls just want to have fun: «Quiero ser la que camina bajo el sol ….».
03-¿Con cuál película te levantaste y te fuiste antes que terminara?
Fue durante la primera escena de Underground (Emir Kusturica, 1995). Fui por insistencia de una amiga a una sala de cine comercial, recién se estrenaba. En pleno bombardeo de la ciudad durante la guerra de Yugoslavia, uno de los personajes tiene sexo con una mujer y le mete una flor en el culo. En esa época yo era demasiado intolerante y apegada a los cánones del realismo. Me chocó la estética de la película, esa especie de realismo mágico balcánico, me pareció desagradable y poco creíble que pasara algo así. Me di cuenta de que si la cosa arrancaba así no me la iba a bancar.
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04-¿Cuál es tu película uruguaya favorita?
El Casamiento (Aldo Garay, 2011), me resulta un retrato impecable de una historia de amor entre dos personas del mismo sexo. Muestra las trayectorias vitales de dos personajes bastante marginales y maltratados por la vida que tuvieron la fortuna de encontrarse, enamorarse y casarse. El director es un capo, no te los muestra como dos freakies sino con mucho respeto, con ternura, como seres humanos, demasiado humanos…. Tiene momentos muy crudos pero hay lugar para el humor también.
05-Si pudieses vivir en una película, ¿en cuál sería?
Lo más divertido sería vivir cantando y bailando en alguna comedia musical como Los paraguas de Cherburgo (Jacques Demy, 1964), Piel de Asno (Jacques Demy, 1970) o El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939) o cantando canciones de Abba como en El casamiento de Muriel (P.J Hogan 1994).
Aunque de todas las películas del universo siento que debería vivir por afinidad ideológica y emocional en Torrentes de amor (John Cassavetes, 1984). Sí, en esa me sentiría como en casa porque es una película sobre la intensidad de vida, te canta muchas verdades. Es profunda, casi un tratado de psicología humana, trata sobre la soledad, el sentido de la vida, el dolor, la desesperación. La escena que más me gusta es aquella en la que Sarah (Gena Rowlands) llega a la casa de su hermano que es un escritor (John Cassavetes) con un taxi repleto de ponis, gallinas, perros y loros, etc. Al final se larga una lluvia torrencial y estos animales ahí, corriendo por todos lados. Es excesiva esa escena, una demencia, el caos total… El desamparo y el frágil estado emocional de la protagonista me conmueven porque alguna vez me sentí como ella, al límite de mis fuerzas…
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Si querés saber más sobre Patricia, acá tenés un montón de enlaces:
http://tallerladiosa.blogspot.com/
http://tarotlecturas.blogspot.com/
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