En contra de: Las Toninas van al Este (2016)

Hay una tensión generada en Las Toninas producto de la disyuntiva de hacer dos películas opuestas al mismo tiempo. Parecería como si por un lado corriese la necesidad de hacer un tipo de film enmarcado dentro de cierto grotesco familiar rioplatense, por poner un ejemplo, Esperando la Carroza. Y por otro lado una pulsión de acercarse a la comedia incómoda, adulta, de personajes cuyas motivaciones son poco claras para el público. Comedias basadas en pulsar nervios. Este tironeo entre dos tipos de films es lo que en última instancia hace que la película falle y termine rota.

La trama es relativamente sencilla: una maestra de preescolares visita por el fin de semana a su padre, un mediático en plena decadencia, que vive en Punta del Este. Lo que sucede intenta alejarse del clásico devenir en este tipo de historias. Es decir, no hay una catarsis familiar, no se sacan a relucir secretos del pasado, no hay un acercamiento final entre los antagonistas, al menos no el más obvio. Lo que sí sucede es, en todo caso, la construcción de estos personajes sin que haya más información adicional que la que podemos sacar en base a los diversos detalles que Perrotta-Delgado nos hacen ver.

El problema es que estos detalles vuelven una y otra vez sobre lo mismo. Sí, claro, tanto padre como hija están mintiendo. Se parecen en eso. Él miente de forma ridícula, que es imposible no ver la verdad detrás de sus historias, para seguir manteniendo la ilusión de divo que se codea con la alta alcurnia. Ella miente para simular una especie de normalidad. O mejor dicho, hacerles creer a otros una trama de lo que ella cree es normalidad: tener hijos y, en la última y mejor escena de la película, la idea de que ella y su padre mantienen algún tipo de relación. Pero no hay nada más allá de eso. Perrotta-Delgado creen que apretar un botón que repita esa idea es suficiente. Y es dificultoso crear, y creer, una comedia con un solo chiste. Más cuando ese chiste está más basado en la distancia que sus realizadores creen tener con sus personajes y no tanto en algún recurso humorístico.

Verónica Perrotta como Virginia en Las Toninas van al Este (2016)

Verónica Perrotta como Virginia en Las Toninas van al Este (2016)

Todo esto se exacerba con los registros  dispares entre los intérpretes. Denevi directamente parece sacado de una serie mala argentina, con modismos caricaturescos de maricona que atrasan veinte años. Perrotta deja un rictus facial intacto durante toda la película, una cara de piedra, un registro de zombie. Delgado al menos parece divertirse un poco más en su rol de pareja de la protagonista, que de cualquier manera solo también forma parte de la actitud burlona y superada hacía sus personajes.

Lo increíble es que sí existe una película que hace convivir comedia rioplatense vieja (el grotesco) y la comedia nueva (lo incómodo), donde la distancia hacia los personajes es alta -pero no llena de sorna- y en la cual Perrotta estuvo involucrada tanto como actriz como guionista. Flacas Vacas es una gran comedia y fue subvalorada por todos. También de ambientación playera, también con un tono tenso. Pero con one-liners geniales, y con una pulsión a ensuciarse e ir hacia terrenos inesperados, cosa que apenas se atisba en Las Toninas.

Las Toninas falla en los dos registros que quiere tener. No logra ser la comedia rioplatense que mi madre y mi hermana me recomiendan mientras yo intento no mantener contacto visual con ellas. No logra ser la amiga del parque que yo le recomiendo a mi madre mientras me mira con cara de “Nunca voy a ver eso”. Quizás esto sea consecuente con la misma trama de la película, basada en un desencuentro generacional. Capaz es mala a propósito, pero no lo creo. Parecería en todo caso ser tan solo un pastiche molesto y largo. Una oportunidad desaprovechada.

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Duración: 83 min | Año: 2016 | País: Uruguay, Argentina, Alemania | Dirección, Guión y Producción: Verónica Perrotta y Gonzalo Delgado | Elenco: Verónica Perrotta, Jorge Denevi, Gonzalo Delgado, Catherina Pascale, Adriana da Silva, Fernando Amaral, Pablo Albertoni, Carolina Besuievsky y Heber Vera. Con la participación especial de César Troncoso. | Productora Asociada: Micaela Solé | Dirección de Fotografía: Arauco Hernández |Dirección de Arte: Nicole Davrieux y Alejandro Castiglioni | Música: Maximiliano Silveira | Edición: Andrés Tambornino y Pablo Riera |Asistente de Dirección: Sergio de León | Sonido: Daniel Yafalian

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