Traducción: Martina Ribas
Revisión: T.P. Prof. Cecilia Fraga
Por: Andrew J. Salazar (12 de agosto de 2021 || 11:50 para Discussing Film)
No Respires 2 se perfila como la película de terror de mayor actualidad del año. «Como era de esperarse, menos de la mitad de la trama real se ha develado», pero eso no ha hecho que los cinéfilos dejen de compartir su opinión, y están en todo su derecho, dado que el material promocional de la película habla por sí solo. Pero los directores, Fede Álvarez y Rodo Sayagués, son expertos en suscitar controversias y desafiar las reglas de la narración. Sus colaboraciones pasadas, desde la nueva versión de Evil Dead en 2013, aprobada por Sam Raimi, hasta la primera No Respires, han sido un exitazo enorme y retorcido entre los fanáticos, y su último largometraje no será diferente.
A diferencia de las películas anteriores, en las que el dúo escribió en conjunto y Álvarez se encargó de la dirección, en No Respires 2 ambos intercambian roles, lo que marca la primera vez de Rodo Sayagues en la silla de director. La secuela se desarrolla años más tarde, cuando el monstruoso hombre ciego (Stephen Lang) ha construido una nueva vida junto a una nueva seudo-hija (Madelyn Grace), quien está misteriosamente relacionada a la película original. En total consonancia con su tono y estilo característicos, obviamente nada es lo que parece y enseguida la cosa cambia y se pone de lo peor. Cuando el hombre ciego debe, por fin, enfrentarse a sus demonios, No Respires 2 se vuelve «uno de los viajes más impredecibles del año».
Luego de nuestra conversación anterior con Fede Álvarez sobre su serie de AppleTV, Calls, tuvimos la suerte de recibirlo de nuevo para otra entrevista exclusiva, ¡esta vez acompañado por Rodo Sayagués! Nos sumergimos en la naturaleza controversial de la secuela y en cómo prefieren tomar el camino más difícil y subvertir toda expectativa, antes que simplemente replicar la magia de la primera. La bilogía No Respires es su creación compartida, y no se guardan nada al argumentar sus razones y analizar las reacciones de los fanáticos en internet.
Estoy muy feliz de recibirte de nuevo, Fede, luego de nuestra otra conversación este año sobre Calls. Y Rodo, tú escribiste uno de los episodios destacados de esa serie. Ahora, pasemos a No Respires 2. La película está llena de sorpresas, por decir algo. Creo que la gente tenía un preconcepto diferente sobre cómo iba a ser esta secuela, según algunos debates en internet. Si seguimos esa idea, ¿cuándo acordaron que la historia tomaría esta dirección tan específica?
Fede Álvarez: Desde el principio, creo que nunca consideramos otra idea que no fuera esta, sobre todo porque siempre tratamos de alejarnos de lo que la mayoría de la gente podría imaginar. Te daré 30 segundos para que me cuentes la secuela que tienes en mente de principio a fin, cómo Rocky [Jane Levy] llega a casa, intenta seguir con su vida en California y de repente se oye un ruido afuera —sabes exactamente cómo sigue. Sabes, ¡es a nosotros que nos pagan! Queremos asegurarnos de hacer un trabajo mejor que la mayoría. Entonces, realmente nos exigimos ahondar en rincones más duros, por el bien de la historia.
Conceptualmente, sabemos que la primera película se trata de un hombre que no tiene idea de quién es en realidad. El título original era «The Man in the Dark», eso es lo que decía la pizarra. Y, en realidad, cuando le decimos «el hombre ciego», no nos referimos a su vista, nos referimos a su moral. Está completamente ciego en cuanto a quién es realmente y las cosas que ha hecho. La primera película se trata de él contando todo lo que ha hecho. Se ve a sí mismo como un héroe en la primera historia, sin dudas. Está completamente ciego ante la realidad de las atrocidades que ha cometido.
Entonces, nos interesó contar el segundo capítulo de este personaje, lo que significa que la historia debe continuar para que signifique algo; el personaje debe evolucionar, si no, no sucederá nada. Creímos que el siguiente paso para un personaje como este sería embarcarse en un viaje para dejar de mentirse a sí mismo y, con suerte, hacer las paces con quien realmente es y enfrentarse a lo que más le aterra: él mismo. Para lograrlo, tuvimos que adjudicarle el rol de conductor en la historia y llevarlo a la primera línea. De otra manera, volvería a ser el antagonista de fondo.
Las dos películas juntas realmente son dinamita. ¿Qué pueden decirme del cambio de roles comparado a la última vez, con Rodo pasando de escritor a director? Creo que la mayoría de las secuelas de terror pierden el sabor único de la original al cambiar de director, pero ustedes dos parecen estar en sintonía.
Fede Álvarez: Para mantener el sabor, sabíamos que había un aura en la historia y en este mundo específico. Además, somos solo nosotros pensando en nuevos recursos. No siempre, pero muchas de las secuelas a las que te refieres, a veces tienen muchísimos escritores diferentes que van y vienen al crearla. Y, como ya sabes, aquí seguimos siendo solo nosotros dos. Entonces, creo que es por eso que, aunque no queríamos restringirnos a nuestro mundo, porque es un espacio pequeño donde viven nuestras ideas, tal vez con nuestra creatividad compartida, aunque lucháramos por salir, terminaríamos en el mismo sitio, y las películas parecen similares.
Espero que sea algo positivo. Si miras Evil Dead o No Respires, todo transcurre en un ambiente muy similar. Hay diferencias aquí y allá, pero los personajes y las morales suelen venir de lo que somos. Entonces, el tono y el estilo se desarrollan por sí solos. Solemos trabajar con la misma gente. El director de fotografía de la primera No Respires es el mismo de esta película, y eso lo mantiene en familia.
Pero, en cuanto al tono, creo que siempre iba a ser más del estilo de Rodo. Para que te hagas una idea, Rodo fue quien propuso la escena de Evil Dead donde Mia se corta la lengua, y yo soy el que hay que convencer porque digo: «Espera, eso puede ser demasiado» (risas). Entonces, en No Respires 2, simplemente intenté soltarme. «¿Sabes qué? ¡Es tu película, vuélvete loco!». Por eso creo que es un poco más violenta y hay más sangre. Cambió en ese sentido. Cuando la veo, veo mucho más de Rodo en la película porque él es el director.
Rodo Sayagués: Parte de la naturaleza de esta historia es que debe ser inesperada. Debe ser impredecible, debe desafiar tus preconceptos y tu brújula moral. La primera lo hacía, así que la segunda también debía hacerlo. Entonces, seguir el camino de lo obvio sería un fracaso en ese sentido. Ya sabes, no es fiel a la naturaleza, a la esencia de esta película. Debíamos ir por un camino totalmente inesperado, ¿verdad?
Ya sabes, al final de la primera película el malo se sale con la suya. Pensamos que sería un hilo interesante para seguir. ¿Cómo será la vida de este hombre en el futuro, después de salirse con la suya? ¿Su pasado lo perseguirá? ¿Tendrá que pagar? ¿Entenderá lo que hizo? Creo que eso es mucho más interesante para explorar que simplemente seguir el camino de decir: «Bueno, es lo mismo de nuevo». Es más desafiante, es más difícil, y luego la gente dice «¡Oh! Nunca habríamos pensado en seguir ese camino». Pero les garantizo que lo van a apreciar muchísimo más.
Entonces, por curiosidad, porque lo acabas de mencionar, ¿hubo algún momento de esta película en el que sintieran que estaban cruzando una línea con la violencia? No quiero develar nada, pero la película parece derribar algunas barreras aquí y allá…
Fede Álvarez: Probablemente hayamos quitado algunos cuadros solo por la clasificación. Nuestras películas suelen considerarse «no aptas para menores de 17 años» de forma inmediata, y nos esforzamos para que apenas entren en la categoría de «restringidas». Pero, en realidad, ¡había algo en el tercer acto! No podemos develarlo, pero siempre quisimos que fuese como en la primera película, en el sentido de que no hay forma que nadie, ni siquiera la persona más inteligente del público, adivine qué pasará en el tercer acto.
Lo que el hombre ciego intentó hacer en el tercer acto de No Respires, nadie lo habría podido adivinar: «Sí, probablemente intentará inseminar a alguien». Y aquí sucede lo mismo. Hay un giro en el tercer acto, que simplemente no habrían podido adivinarlo de ninguna forma. Dudo que alguien pudiese. Realmente quisimos ir un poco más allá para lograrlo. De todas formas, hubo algunas ideas bastante brutales y locas que no quedaron en la versión final. Algunas, incluso, eran menos violentas, pero más oscuras conceptualmente, todas relacionadas al tercer acto.
Rodo Sayagués: Al filmar la película, nunca pensé que fuese tan violenta (Fede se ríe). Para mí, era como estar filmando una película de drama.
Fede Álvarez: Cuando escribimos películas, a veces, sentimos que estamos escribiendo comedia. Si nos ven escribir estas historias, siempre nos estamos riendo. Cuanto más oscura es, más nos reímos. Ojalá esta película sea la mejor versión de eso. Sí, la gente se aterroriza, pero cada vez que veo una de nuestras películas en el cine y me doy la vuelta, puedo ver a dos personas sentadas juntas: una se cubre la cara, asustada, como diciendo «¡por Dios!», y la otra come palomitas de maíz, con los ojos muy abiertos.
Esa es la belleza de la diversidad y el gusto, ¿sabes? A algunas personas les parece un horror y se hunden en sus asientos, y a otras les encanta porque pueden reírse de las cosas a las que más les temen. Y esa es la mejor forma de conquistar los miedos: a veces, simplemente dejarlos ir y verlos en la pantalla, reírte con tus amigos y ver cómo la locura se apodera del cine. Eso es lo que intentamos hacer.
Aún más en esta película, el hombre ciego tiene algo de Jason Vorhees, cuando se siente como una fuerza brutal de la naturaleza. Si consideramos que este concepto es su creación compartida, ¿pueden hablar sobre la dirección en la que llevaron al hombre ciego?
Fede Álvarez: Como dijiste, es un personaje sombrío. Tal como Jason, no dirá: «Bueno, voy a esconderme detrás de la puerta y esperar». La mayoría de las veces no te revela sus planes. En No Respires 2, mucha gente dice «¡Oh, es el protagonista!». Pero no llegas a acompañarlo realmente mientras planea algo. Podemos compartir un momento con él, como en la mitad, y tener un poco más de intimidad, pero la mayoría del tiempo estás con Phoenix, la joven; ella es la protagonista de la historia.
Y ahí está el tema: incluso si lo colocamos a él en un rol más protagónico, nunca queremos matar el misterio que lo rodea. Entonces, la mayor parte del tiempo no revela demasiado sobre sus planes, sobre lo que piensa o siente. Creo que es genial mantener el misterio que rodea a los personajes como este, los hace mucho más interesantes.
Rodo Sayagués: Y, en esta película, demuestra que es más capaz de participar en la acción y el combate, porque el desafío es mayor. Ahora, se enfrenta a estos hombres que son más duros, más letales, e incluso están más decididos a lastimarlo. Entonces, debe estar a la altura, y lo está. La historia exige que mejore su juego, y es así que desarrolla esa naturaleza para su rol.
Finalmente, debo preguntar: a ustedes les gusta bromear y decir que les gusta «joder al público» en sus películas. Pero, dejando las bromas de lado, ¿creen que, en la situación actual del género de terror, es absolutamente necesario crear historias que derriben barreras o incomoden a la gente?
Rodo Sayagues: Creo que sí, 100%. Como hablábamos antes: este villano cometió un crimen y se salió con la suya. Nos enfocamos en este hombre para ver cómo vive su vida después de eso. Sigue siendo un humano, ¿se mantendrá ajeno a lo que hizo? ¿Le costará irse a dormir cada noche luego de las situaciones que vimos? Sabemos muy bien lo que hizo, ¿cómo va a pagar por ello? ¿Pagará alguna vez o no? Y, lo más importante, al menos para mí, ¿entenderá alguna vez el dolor que causó? Entonces, creo que es necesario al mostrar esa historia y poner el foco en todo esto. Miremos a este ser humano, ¿qué le sucede? ¿Alguna vez entenderá lo que hizo? Esa es la pregunta que plantea esta película, y, cuando la gente la vea, encontrará una respuesta. Espero que puedan decidir cómo percibir a este hombre.
Fede Álvarez: Respondiendo a tu pregunta, en general sobre las películas y si deberían cruzar los límites, vayamos 100 años atrás y veamos las tendencias de Hollywood. Al leer sobre cine, sobre todo cine popular, vemos que al principio siempre es amplio y hay historias de todo tipo, y luego, basado en el éxito, las taquillas y las reseñas, la gente empieza a limitarlas opciones para tratar de hacer exactamente la misma película una y otra vez, porque saben que funciona. Y luego lo que sucede es que se vuelve insípida y aburrida y empieza a fracasar. Las películas tienen más y más éxito y luego aparece una generación de directores que abre el espacio nuevamente. Fue lo que sucedió en los sesenta con Easy Rider y todas esas películas que trataban temas que para muchos estaban muy mal. La gente juzgaba con dureza estas películas por los personajes que mostraban y la forma en la que se representaba a Estados Unidos. Y, entonces, los más conservadores atacaron con fuerza a esos directores.
Pero luego, ¿qué pasó? Ya sabes, ¡esas películas se convirtieron en las que todos querían ver! Mostraron que la gente necesitaba más variedad y diferentes puntos de vista en el cine. Entonces se volvió a expandir, pero el mismo ciclo se repitió y terminó en algún momento de mediados de los ochenta. El cine estaba, una vez más, reducido a ciertas morales y ciertos héroes y cabía perfectamente en un solo sitio. Y luego se volvió a expandir en los noventa. Ya sabes, cuando Tarantino hizo Pulp Fiction, ninguno de nosotros había visto traficantes de droga y criminales de esa forma, bromeando y disparándole a la gente. En particular, con niños jóvenes como traficantes, ¡y mostrando cómo los asesinaban! Entonces se volvió a expandir, la gente estaba expuesta a algo nuevo. Pero, últimamente, se está restringiendo una vez más. Por eso, creo que siempre es bueno hacer cosas nuevas. No estoy diciendo que somos quienes lo expandiremos, para nada. Solo estoy diciendo que siempre tenemos que intentar no seguir el rebaño y guiarnos simplemente por aquello que creemos que todos quieren.
Ciertamente, el cine popular y los medios de comunicación populares, en general, suelen enfocarse en: «esto es lo que quiere la gente. Deberías alejarte de esto porque está moralmente mal». Se trata de evitar esos miedos. Lo que eso hace es matar al cine; empieza a restringirlo de nuevo. Y al público ya no le gustarán esas películas porque se aburrirá. No estará ahí una vez que lo restrinjas a esa cosa «perfecta» con la que todos están de acuerdo. No es diverso, y hay que ser diverso con las ideas también.
Rodo Sayagués: Creo que, al fin y al cabo, no es un reflejo fiel de la realidad. Es tan restringido que no representa lo que ocurre realmente en el mundo y cómo somos los humanos en este momento determinado. Ya sabes, todos tienen su lado oscuro. Entonces, este tipo de película funciona como una especie de metáfora para mostrar eso. Sí, hay un lado bueno y hay un lado malo —¿puedes aceptarlo?
¿Puedes admitírtelo a ti mismo? Todos hacemos cosas malas, pero claro que esta película va más allá, ya que se trata de fantasía y ficción; debes ser más absurdo y más loco, ¿verdad? Pero todos hacemos cosas de las que no estamos orgullosos. Y se trata de aceptar la idea de que no todo es blanco o negro. Todos tenemos nuestros tonos de gris, y por eso creo que mostrarlo en la película es lo justo y lo que se debe hacer.
Fede Álvarez: Cuanto más jodidos están los personajes, más interesante es seguirlos. ¿Deberíamos tener compasión incluso en los momentos más oscuros o deberíamos simplemente escupir sobre sus tumbas? Eso es lo que nos parece interesante.
