NO AL DOBLAJE

Manifiesto Anti-Doblaje de la Asociación de Críticos

El pasado lunes, la Asociación de Críticos del Uruguay emitió una declaración titulada «El problema del Doblaje en Uruguay«. En la misma se cuestiona la fuerte tendencia a que cada vez haya más funciones con películas dobladas al español, dejando las copias de películas subtituladas relegadas a pocos cines, y generalmente en la última función del día. Si bien la costumbre de doblar las películas de su idioma original es bastante usual en las películas dirigidas hacía un público infantil, ahora se ha extendido al punto que películas como Blade Runner 2049, IT, o en el caso más ridículo, Anabelle 2: la creación (que en estos momentos se exhibe doblada Y en una función trasnoche).

El manifiesto, redactado por Guilherme de Alencar Pinto, marca algunas de las posibles razones del por qué de esta tendencia: «Es entendible que, dada la decadencia del sistema educativo uruguayo, concomitante con la disminución global del hábito de lectura, los exhibidores se hayan percatado de la existencia de un público potencial para versiones dobladas. El aprovechamiento de ese nicho de mercado por los exhibidores es comprensible por razones comerciales, pero no por ello deja de ser lamentable y socialmente irresponsable«. Los peligros que conlleva el bombardeo del cine doblado incluyen acentuar la «atrofia en la capacidad lectora de la población» y «nos aparta aun más de la honorable cultura cinéfila por la que este país se supo destacar, y que incluía la costumbre (que supo ser una exigencia) de asistir a las obras en sus versiones auténticas, con las voces de los actores que efectivamente actuaron, apreciando no sólo sus rostros sino también su dicción, su expresión vocal, su acento. Las películas subtituladas acostumbran a los espectadores a escuchar idiomas extranjeros y recompensa, a quienes tienen cierto entendimiento del idioma original, con sutilezas del guion o del juego de acentos, que no se pueden trasmitir en una traducción. Las versiones dobladas en funciones destinadas a espectadores alfabetizados implica una vergonzante capitulación ante la decadencia cultural (y la retroalimenta), un drástico decrecimiento en la función cultural del cine, y todavía un menosprecio por el público más exigente y dotado de criterio». El texto termina pidiendo a los  exhibidores y distribuidores locales «reconsiderar esa práctica, y reducir la cantidad de funciones de películas dobladas, y a las autoridades culturales y educativas del Uruguay sumarse a este reclamo de respeto por las obras cinematográficas y por el público uruguayo«.

Las reacciones frente al manifiesto no se hicieron esperar. En una nota publicada por Montevideo Portal, Mariana Chango, gerenta de Life Cinemas declaró que: «El manifiesto de ACCU lo suscribo al cien por cien. Nos da tanta pena como a los críticos el hecho de que el público no esté siendo capaz de leer películas subtituladas, pero cada vez que intentamos hacerlo la gente no entra a la sala. Preguntan y se retiran, porque no llegan a leer los subtítulos», añadiendo que pretender cargar a los exhibidores con el peso de educar a su público pasando sólo films subtitulados es «un poco inocente, porque ya llegan con una deficiencia en ese sentido«. Entrevistado por la diariaFrancisco Armas, director ejecutivo de Movie, declaró que la tendencia no es solo vista en Uruguay, sino apunta a algo global, pero que el comunicado de ACCU exagera en cuanto a la proporción de películas dobladas vs en su idioma original: «Depende de la sala, porque cada shopping tiene su perfil de público. En Nuevocentro y Costa Urbana se proyectan dobladas la mayoría de las películas, y en el Movie de Punta Carretas  y en el Movie de Punta Carretas casi todas son subtituladas«, creyendo que recae en última instancia en el nivel socio económico y cultural de su público, y que esa tendencia sólo va a acrecentarse con el correr de los años.

 

 

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