La presente edición 76º del Festival de Cine de Locarno tuvo menos directoras mujeres que el año pasado en su programación. La cifras surgen a partir de una presentación del director artístico Giona A. Nazzaro en un evento organizado por la Red Audiovisual de Mujeres Suizas (SWAN, por sus siglas en inglés). El evento tuvo lugar para conmemorar el quinto aniversario de la firma del Compromiso de Programación para la Paridad e Inclusión en Festivales de Cine, que Locarno firmó en el 2018, convirtiéndose en el segundo festival «clase A», después de Cannes, en comprometerse a garantizar una mayor igualdad de género e inclusión en su programación.
Las películas dirigidas por mujeres representaron el 26,3% de las postulaciones de este año, ante un 66,8% de obras de directores hombres. La selección oficial, que se proyectará hasta este sábado 12 de Agosto en la ciudad Suiza, incluyó un 30,2% de mujeres cineastas y un 63,5% de películas con directores masculinas. Por lo tanto, el porcentaje de películas dirigidas por mujeres en esta edición del festival, que comenzó el pasado 2 de agosto, disminuyó un 6,5% respecto a la cifra récord del año pasado, que tuvo una participación de 36,7% de mujeres directoras en la programación.
«Nazzaro señaló: «Locarno puso en el mapa a más mujeres en el último año que todos los festivales establecidos juntos». Para él «Locarno solo puede sobrevivir si marca la diferencia, y estamos tratando de hacerlo apoyando voces intransigentes». Por eso, abogó por un cambio de foco en los planteos cuantitativo: «Quizás deberíamos cambiar el enfoque de este tipo planteos basados en contar números. Hay diferentes formas de ganar batallas: pensar de manera innovadora es una, abogar por la calidad irreverente es otra, como también lo es apoyar ideas distintas».
En este sentido planteó que «cuando seleccionamos Rule 34 (2022), de Júlia Murat, sabíamos que no sería fácil, porque si una película así tendrá una fuerte deserción después de los primeros seis minutos’, y continuó: «Y si presentas una película como W (2022) de Anna Eriksson, también tendrás una gran deserción, pero si no apoyamos a los artistas que desafían nuestra percepción del mundo, entonces no estamos haciendo nuestro trabajo».
