AL RESCATE DE ‘PAYSANDÚ: BELLA Y HEROICA…’

Universidad Católica digitaliza en Cineteca de México película de los años '40

Fotograma de Paysandú: Bella y Heroica

Hace poco más de un año, en la casa del editor televisivo Nilsen Viazzo, se encontraron una cantidad de VHS, U-Matic y rollos de película. La noticia llegó a Julieta Keldjian, responsable del Archivo Audiovisual Dina Pintos de la Universidad Católica, y rescatista obsesa del patrimonio audiovisual nacional. Al revisar el lugar, ocurrió algo hermoso: entre los materiales había ocho rollos de película sin identificar que resultaron ser la copia -posiblemente única- de un documental de los años ’40 llamado Paysandú: Bella y Heroica ciudad del litoral.

Se trata de un documental institucional que presenta una ciudad moderna, industrializada, introduciendo a sus comerciantes y los lugares de esparcimiento, además de mostrar varios rasgos cultuales, como la arquitectura o la fiesta de la reina de la vendimia y otras celebraciones. Esto destaca el valor de documento histórico de este material, más allá de su valor como obra artística cinematográfica.

El hallazgo motivó un proyecto que fue seleccionado en la última convocatoria de los Fondos Concursables del MEC, dentro de la categoría Memoria y Tradición, y que posibilitó que hoy, en el marco de una pasantía promovida por la Cineteca Nacional de México y el Centro Audiovisual de la Universidad Católica, la película se esté digitalizando de la mejor manera posible. El proyecto, que surgió antes de que se instalara la máquina del Archivo General de la Universidad con la que se digitalizara la película Eclipse Solar (1938), incluye además talleres formativos en Paysandú para sensibilizar sobre la importancia de encontrar y preservar estos materiales y, por supuesto, una exhibición pública de la película.

La Licenciada Macarena Fernández Puig, representante del Archivo Audiovisual de la Universidad Católica, está participando activamente del proceso de digitalización que llevará unas dos semanas. Cuando vuelva a nuestro país lo hará con la película en un formato denominado .dpx (Digital Picture Exchange) de calidad 2K, del que podrán derivarse otras copias en formatos más «livianos» y de uso cotidiano, además de asegurarse una conservación digna en digital. El 4K quedó descartado, ya que los equipos locales no pueden procesarlo. «En Argentina, Chile o Brasil no hay un laboratorio que pueda hacer esto con el presupuesto y las condiciones con la que lo estamos haciendo, que es mínimo. Este convenio nos permite hacer el proceso de digitalización gratis: con el fondo pagamos el envío de las películas, los pasajes y el alojamiento, el resto corre por cuenta de la Universidad. Es aprendizaje y amor por esto que hacemos». Por aquí pueden ver una galería de fotos sobre el proceso de limpieza y digitalizado.

La copia es un 35mm en nitrato, blanco y negro, separada en ocho rollos. «El trabajo consiste en revisar cada rollo, haciendo una descripción detallada de cómo están los empalmes, las roturas, los defectos. Todo queda especificado, incluso hasta se cuentan la cantidad de fotogramas que hay en cada rollo». Con este proceso se deja a la película lo más prolija posible para digitalizar. «Lo que estamos haciendo es una digitalización de imagen y sonido, que se hacen por separado. Se estabiliza la imagen, se sincroniza con el audio y se repasa el color [en caso de virado], sin entrar en una restauración, porque no hay tiempo». El proceso sí incluirá, durante la digitalización, trabajar «un poco» la nivelación de la luz.

«Es un trabajo a otro nivel y en profundidad», destaca Fernández Puig. Reconoce haber aprendido mucho estos días, sobre todo a establecer el tipo de deterioro del material, «si es un principio de ácido nitrico, de oxidación, o qué… Nosotros no tenemos un manejo tan minucioso del material» y destaca que se trata de un conocimiento práctico «muy valioso». «Por más que leas un montón, sin la experiencia de verlo y tocarlo, no es un aprendizaje tan real». Valora la experiencia como una oportunidad de llevar este conocimiento de vuelta a Uruguay, para aplicarlo acá y pensar de otra manera las digitalizaciones a futuro.

También destaca la importancia de descentralizar a Montevideo como centro patrimonial y «abrir la cancha» a materiales de otras ciudades. La película pertenece a una serie de documentales sobre las capitales del interior de los cuales Cinemateca Uruguaya conserva trece, entre los que no está Paysandú. «Este es un pequeño paso para empezar a pensar en pasos más grandes, de trabajo sobre colecciones».

 

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