Patrimonio Audiovisual: Adriana González

Materiales Extra Nº5

Adriana González (Foto: guia50.com.uy)

El artículo principal del Nº5, dedicado a Archivos Fílmicos y Patrimonio Audiovisual, está basado en un total de 12 entrevistas realizadas entre Noviembre, 2015, y Febrero, 2016, a figuras influyentes o de referencia en la materia. Como anunciamos al comienzo del artículo en la versión impresa, vamos a publicar las entrevistas desgrabadas de forma íntegra. No se trata de artículos amenos sino de documentos de referencia, que pueden servir para continuar la investigación o profundizar en la problemática.

Comenzamos con esta entrevista a Adriana González, actual directora de Televisión Nacional (TNU), presidenta del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional (nueva Unidad del MEC que integra radio, televisión y cine), y ex-directora de la Dirección del Cine y el Audiovisual Uruguayo (ICAU) entre los años 2012 a 2015.

Adriana es Licenciada en Comunicación Social, especializada en Gestión y Políticas Culturales del Mercosur. Ha trabajado en gestión de espectáculos de teatro, música, cine y televisión (1998-2005) y como productora periodística en varios medios de prensa, además de ser docente de esta materia en el Instituto BIOS. En el ámbito público, gestionó proyectos culturales en la Intendencia de Montevideo (1998-2000), realizó la asistencia técnica en el organismo asesor del Mercosur en temática audiovisual, RECAM (2005-2011) y realizó la Coordinación General del Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay desde su creación hasta el año 2012, cuando asumió como directora. Desde diciembre de 2015 dirige Televisión Nacional del Uruguay (TNU) y Preside el Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional desde marzo de 2015.

Esta entrevista fue realizada el 25 de Enero, 2016.


– ¿Qué papel jugó el patrimonio audiovisual fílmico durante tu gestión al frente del ICAU y qué tareas se desarrollaron en ese terreno?

– Cuando asumí el instituto en el 2012, ya la dirección anterior había empezado a trabajar el tema del patrimonio audiovisual con un relevamiento pequeño que hicieron unas investigadoras, que hicieron dos profesionales, Julieta Keldjian e Isabel Wschebor. Un primer diagnóstico de la situación del patrimonio audiovisual. Lo que hicimos cuando llegamos fue seguir avanzando, si bien cambió la dirección, nosotros seguimos con la intención de seguir profundizando (no teníamos muchos recursos) y también fuimos conscientes en su momento, de que si tuviésemos recursos, nos faltaba información para poder accionar. Lo que hicimos fue focalizarnos en el primer eslabón, que desde el Instituto entendíamos era el cine nacional. Porque la propia FIAF (Federación Internacional de Archivos Fílmicos) aconseja y encomienda que cada país, primero, se haga cargo de su propio archivo, que es de lo que nadie va a ocuparse primero, es como el primer eslabón. Más allá de que sea muy importante para la cultura, otro tipo de archivos, que no son nacionales pero sí son importantes para la cultura. Hicimos un abordaje de menos a más: pensamos ¿cuál es nuestro primer piso? Y dijimos: “es saber cuál es el archivo nacional que hay depositado y dónde”. También hay otro eslabón más pequeño que es el cine nacional. En el audiovisual vos podés tener informativos, entretenimiento… Entre esos materiales, también quisimos ver cuáles son los materiales de cine, ficción o documental. Ahí convocamos también a unos investigadores que trabajaron principalmente con las dos instituciones que tienen mayor acervo (Cinemateca y la ANIP) y se hizo un relevamiento en las dos instituciones. Ya en ese momento trabajábamos bastante coordinadamente, el Instituto, el ANIP, Cinemateca, el AGU, y también con la UCU. Siempre las personas de esas instituciones vinculadas al patrimonio audiovisual de alguna manera siempre estábamos en contacto. Ese trabajo permitió tener ese relevamiento. Cuál era la cantidad de archivo que estaba en nitrato, en polyester, cuál era la parte del archivo de la ANIP que está en el archivo de Cinemateca, en el Camino Maldonado Km 16. Ese fue un relevamiento que es un insumo para lo que después continuó en el tiempo, que fue, en el año 2014, que impulsamos junto con los productores un debate a nivel de la actividad audiovisual y las instituciones que vinculan en la actividad, y uno de los ejes en los que se trabajó fue el patrimonio audiovisual. En ese proceso se había instalado- Lo que hicimos fue ir formalizando ese vínculo interinstitucional que teníamos con Cinemateca y demás, y generamos una mesa interinstitucional que trabajó sobre ese eje de patrimonio, de tratar de ir más allá del relevamiento. Fue decir: “bueno, ahora tenemos el relevamiento, sabemos que tenemos  esta cantidad de archivos, tenemos un diagnóstico de situación, estas debilidades, bueno: ¿cómo proyectamos?”. Y ahí surgió la creación de dos iniciativas, la creación de un Sistema de Archivos Audiovisuales, donde de alguna manera todo lo relativo a patrimonio audiovisual funcione de forma sistémica, que esté la información necesaria, los recursos necesarios, no sólo económicos, también humanos y materiales (porque una de las cosas que se visualizó en ese proceso es la debilidad de personas dedicadas a la actividad). No sólo hay un problema de plata, hay un problema de gestión, dificultades de alimentación de ese sistema. Vos de pronto inyectás un montón de dinero en las instituciones que están actuando, pero está faltando personal técnico, gente que se siga formando, gente que se jubila deja un espacio vacío. Lo que fuimos trabajando fue en visualizar, cómo sería ese sistema, cómo se debería ir hacia una relación sistémica del audiovisual en este tema. Y por otro lado se entendió que había que crear un (que ya en la investigación de hace tres años se había entendido de crear un depósito de conservación pasiva) en aquel momento cuando Wschebor y Keldjian recomendaban la creación de un centro de documentación pasiva, ahora en este trabajo de 2014, también se entendió que el centro también debería ir acompañado de un centro de documentación. De generar un espacio que no sólo es del depósito de materiales, sino de acceso a los materiales y de comunicación de los materiales. Un centro que aspiraba a ser lo que nosotros aspiramos a tener como sociedad: los materiales depositados, cuidados, en las condiciones que se necesitan, vinculados obviamente a las instituciones que son las dueñas de esos archivos, porque este centro no significa que, si bien el centro sería público, las instituciones que tienen esos materiales no perderían la potestad. La idea es que cada institución o persona que tenga material, pueda depositarlo ahí, lo deja en depósito, siguiendo ciertos protocolos de uso, con toda una normativa acorde a eso. En realidad el proyecto es ambicioso pero es racional, no es descolocado ni desubicado. Eso quedó como propuesta para continuar. Ahora entiendo que el actual director está en sintonía con seguir trabajando con el patrimonio audiovisual y entiendo que acá tiene un insumo interesante, por lo menos de debate y de discusión: ahora al menos hay una hoja de ruta y hay insumos para que se pueda seguir incluso. En el presupuesto, en la parte de inversiones, previmos un centro de archivos audiovisuales.

– ¿Dónde es que lo previeron, perdón?

– En el último presupuesto está previsto a nivel de inversiones que todavía no nos han informado si fue aceptado. La agenda de infraestrcturas corre por separado de la presentación del presupuesto. Entonces, desde nuestra gestión previmos un centro, y eso está corriendo. Ahora no te sabría decir exactamente en qué momento está. Pero es fue parte del desarrollo de todo el proceso que te estoy contando.

– Bien. ese fue todo el recorrido. Me pregunto: ¿Por qué si en el 2011 la investigación detectaba una urgencia con respecto a los materiales nacionales, en cuatro años no se hicieron avances más específicos? ¿Cuáles eran las trabas?

– Cuando empezamos el trabajo, cuando lo empezó el director anterior, yo soy consciente que no estaban dadas las condiciones sociales y prespuestales para hacerlo. Fue algo que hicimos a pesar de esas condiciones. No era que tuviéramos un presupuesto para hacer esas consultorías y esos relevamientos. Teníamos voluntad, pero no teníamos recursos. Conocés las dificultades que el cine ha tenido en este último tiempo para actualizar su presupuesto, por ejemplo. Cuando se vota la ley de cine y se crea un fondo, el fondo está focalizado al desarrollo del cine y audiovisual, más allá de que en la ley de cine hay una competencia expresa de preservar el patrimonio, no está acompañado de recursos que pueda cubrir toda la gama de objetivos que tenga el instituto. Entonces, Martín Papich, siempre pone el mismo ejemplo: “si le preguntás a un productor, qué prefiere, si recibir dinero para su próxima película o cuidar sus películas ya hechas, el director va a querer para la próxima película, o muchos de ellos”. Entonces el patrimonio audiovisual es algo que todo el mundo entiende importante, pero que si tiene que priorizar, va a priorizar otra cosa. Nuestra misión desde las instituciones es irlo metiendo de a poco en la agenda hasta que la sociedad entienda que eso. Porque lo tienen que entender los propios productores, tiene que resignar recursos que son para producción en otras áreas. Cuando la torta es chica es difícil el reparto. ¿Cuáles fueron las dificultades en este tiempo? Desde el 2013, porque el último informe lo entregan en el 2013…

– ¿El cuarto informe?

– Sí, los últimos de Clara y Julio son del 2013. Y es por lo mismo que surge el Compromiso Audiovisual. Surge porque cuando queremos implementar estas cosas desde la Dirección del Instituto nos damos cuenta que nos está faltando que la sociedad entienda que eso es necesario. Las condiciones no estaban dadas para muchas cosas. Recordá que el 2014 fue fin de ejercicio, fin de presupuesto. Lo que nosotros tratamos de generar fue un debate para poner los temas sobre la mesa. Para que de alguna manera se entienda que el auiodivusual era algo importante para seguir construyendo, que no había terminado con la ley del 2008, que había que seguir profundizando, y de hecho fue lo que seguimos defendiendo en el 2015 a nivel de prespuesto. Afortunadamente los productores también lo vieron necesario, porque no es una cosa que se pueda pelear de a uno, y ellos pusieron el tema en la agenda con su movilización. Es así como tu decís: ¿Cómo en dos años no se avanzó en esto? Bueno, en realidad se avanzó aunque no se vea. ¿En qué se avanza? En generar algunas condiciones. Algunas condiciones que tienen que ver con el imaginario de la gente para las cosas. Porque si uno no lo pone sobre la mesa y no lo trabaja, a veces no se ve. Desde el instituto, si bien nosotros no tenemos materiales, lo que tratamos de hacer es crear las condiciones para que las instituciones que tienen materiales (en algún momento el instituto tendrá que tener materiales, porque las obras tienen depósito ahí). Lo hacíamos porque veíamos que las instituciones no trabajaban lo coordinadamente que se necesita. Si bien la Cinemateca y la ANIP tenían de hecho cosas de una depositada en la otra y algún tipo de colaboración, no hay como una agenda… Ahora con este grupo que se conformó, más formal por momentos, menos formales por otro, ahora hay una mesa que está pensando y ya hay como una masa crítica sobre el tema. Hay cosas que ya no hay que discutirlas, que ya se saben. Ahora de pronto sí, con un poco de dinero, se puede empezar a avanzar concretamente, con vínculos con la universidad con todo el tema que tenga que ver con pasantías y ver cómo generar los talleres necesarios para formación (que eso es importante)… con recursos concretos y con un plan de trabajo en el medio.

– Me hablás de la sociedad entendiendo el tema, y eso es sin duda es fundamental, pero también es fundamental que lo entiendan los grandes poderes. No una oficina específica, sino a nivel del Poder Ejecutivo, los ministros, presidencia… ¿Qué ocurre con esas esferas respecto a este tema?

– La sociedad se expresa de distintas maneras. Si hay un tema que para la sociedad es importante, seguramente los gobiernos lo tomen como importante. Cuando un gobierno tiene que definir prioridades, define las prioridades que entiende, mal o bien, cuáles son las prioridades de la sociedad. Nadie te cuestiona que la salud tiene que priorizarse, y de todos modos hay problemas en muchas áreas prioritarias. Imaginate en un área que hoy por hoy está como fuera de agenda. Entonces, lo que me preguntás, y cuál es la responsabilidad desde un instituto, por ejemplo, es también transmitirle a esas autoridades que este es un tema importante. Eso es un trabajo que hay que hacer, y cuanto mejor comuniques eso, mejor van a entender la importancia y van a definir de acuerdo a su realidad económica: la realidad económica de los recursos. Es una puja, siempre. Siempre hay que pelear. Las cosas no se dan solo porque sean importantes, como si hubiera una bajada de iluminación y los gobiernos viene y complacen lo que es importante. Eso es teórico. La práctica es que no sólo desde un Instituto de Cine, desde una Asociación de Productores, desde un medio de prensa, desde un montón de actores que tienen que de alguna manera manifestar que eso es importante. Somos todos importantes en la participación. Porque cada uno va a un lugar distinto. No es lo mismo lo que pueda hacer un Instituto, que depende de un Poder Ejecutivo, frente a su Poder Ejecutivo, jerárquicamente, que lo que puede hacer la sociedad civil.

Junto a Esteban Schroeder, presentando las propuestas del Compromiso Audiovisual

Junto a Esteban Schroeder, presentando la propuesta del Compromiso Audiovisual

– Pero tiene que haber una disposición de recibir. Cinemateca ha sido enfática sobre muchas cosas, y una de esas cosas es el archivo. La recepción por parte del parlamento o del Ejecutivo fue más bien errática o nula. Dentro de tu gestión, hoy, ¿cuál es la disposición de los grandes poderes con respecto a estos temas?

– Yo tengo mi visión también de todo el tema Cinemateca. Hemos trabajado mucho, con los pocos recursos que el instituto tenía, siempre tratamos de estar cerca de Cinemateca. En la discusión que se dio con el tema Cinemateca, la debilidad que tuvo es que se habló de Cinemateca. No se habló del patrimonio audiovisual. Si bien al patrimonio audiovisual le sirve, para la sociedad quizá la lectura que hace el ciudadano de a pie, quizá es que ahora está más resuelto el tema del patrimonio, cuando en realidad se trabajó sobre Cinemateca. Que es sumamente importante, nosotros nos alegramos mucho de que haya una acción concreta, desde el Ministerio y la Intendencia con el tema de Cinemateca. Pero en la estrategia de comunicación para la sociedad civil y la opinión pública, el tema del patrimonio audiovisual es el que hay que atacar. Y eso es lo que hicimos. Tratamos de llevar a Cinemateca y al patrimonio, juntos, no por separado. Y en eso hubo una debilidad con respecto a focalizar el tema con una mirada válida, Cinemateca es una institución sumamente importante, que queremos desde lo personal y desde lo institucional, pero también entedemos que hubo como un abordaje parcial con respecto a los otros temas de patrimonio, de los cuales somos conscientes. Esto que te conté del proceso, de la creación del centro, esto no salió del debate, no estuvo en la agenda cuando se trató el tema Cinemateca. Es una cosa que se fue construyendo, a nivel público y privado, que no tiene prensa pero es importante.

– Yo les planteaba algo así a Lorena y María José de Cinemateca. ¿Cómo trabajó el ICAU con esa disyuntiva?

Nosotros siempre hemos sido muy sinceros con Cinemateca, como Cinemateca lo ha sido con nosotros. Nosotros entendemos que en Cinemateca hay tres eslabones: el archivo, lo que es el centro de documentación, y lo que tiene que ver con la exhibición. Cinemateca siempre abordó, y está bien, que la Cinemateca es una. Y es todo eso, y estamos de acuerdo. Para nosotros desde lo público, a veces necesitamos también desdoblar en los tres problemas, porque para nosotros no es lo mismo el darle tratamiento a la exhibición, que tenemos muchas salas en el interior del país, que no se pueden digitalizar (que ahora salió el decreto para la importación de equipamiento) pero, si yo comparo el problema de las salas Cinemateca con las salas del interior del país, es muy similar. Si lo pongo en relativo, y como organismo público, tengo que mirar el todo. Entonces relativizo. Sin dejar de darle importancia, pero metodológicamente lo relativizo. Si me pongo a trabajar en el tema archivo es el primer núcleo en cual el estado tiene sí competencias reales y responsabilidades y a la Cinemateca es importante, sin duda, todos los eslabones juntos pero si me tengo que poner a decir cómo empiezo a hacer lo que tengo que hacer como Estado: lo primero es el archivo. Ahí es donde siempre tuvimos una tensión con Cinemateca, porque Cinemateca siempre planteó que es el todo. Pero cómo empezamos. Primero el núcleo, porque si me pongo a ver todos los eslabones, tengo que ver los problemas que hay con otras salas que no son comerciales, que son culturales. La exhibción es otro problema. Si bien tenemos una muy buena relación, también tenemos nuestras visiones diferentes, y la Cinemateca es una institución que de alguna manera- Nosotros respetamos mucho la acción de Cinemateca porque Cinemateca en su momento accionó cuando no había un instituto, no había una ley… Hay una historia, pero siempre insistimos, más que en su historia, en el futuro de la Cinemateca. Creo que en eso llegamos como a un entendimiento, y la Cinemateca está, al menos las últimas veces que vinimos dialogando, está pensando en ese futuro. Y eso a nosotros nos enorgullece y esperamos que una vez que estén las salas y con el cambio tecnológico, si bien hace meses que no tengo contacto con ellos, pero nos alegraría mucho que con esta inyección del MEC y la IM, poder salir un poco de lo sumergido que están con sus problemas económicos.

– ¿Cómo ha sido la interacción con Cinemateca con respecto al interés del ICAU específicamente en los materiales nacionales y no en el archivo todo?

– Como en definitiva no se empezó a trabajar concretamente sobre los materiales, no llegó a darse la tensión. Puede haber tensión cuando esté el centro y empecemos a sólo depositar lo nacional ahí y hay que ver cómo enfrentar lo que no es nacional. Porque ahí hay que ver qué cosas de eso no nacional se cuida. Hay otras instituciones a las que puede importarle mucho el cuidado de esos otros archivos. Lo que nosotros tratamos de hacer es como, bueno, primero me voy a ocupar de lo que no puede hacer otro. Ese fue el enfoque, pero sin desconocer que es muy importante lo otro, y que hay que darle también respuesta. Cuando el problema es tan multifocal si no empezás, metodológicamente, para abordarlo, no empezás a caminar en cosas que te den fuerza para hacer el otro paso: te desborda. Los problemas en la gestión hay que resolverlos de a uno y hay que hacer una priorización. Me podés decir: “te equivocaste en la priorización”, quizá sí, pero prefiero haberme equivocado y haber hecho, que haberme quedado esperando a tener todo para hacer. Tener los recursos, el marco, el momento ideal, eso no existe en la sociedad.

– Me hablaste del 4to informe. Un 4to informe que no se hizo público. ¿Por qué no se hizo público?

– ¿Cuál es el cuarto informe?

– El informe que específicamente hicieron dentro de las instituciones las investigadoras. Hay tres informes públicos y un cuarto que vos declaraste pre-eliminar.

– No recuerdo que no se haya hecho público alguno.

– Hay uno.

– ¿Cuál es el que no se hizo público?

– El que ya se hizo dentro de las instituciones viendo los materiales de películas nacionales, revisando base de datos, tanto en el Archivo Nacional como en Cinemateca.

– ¿El relevamiento de la cantidad de materiales y eso? ¿De cuántos materiales nacionales hay?

– Es que yo no lo conozco el informe. Tengo entendido que no se hizo público y se declaró pre-eliminar cuando las que entregaron el informe no lo entregaron como algo pre-eliminar sino como un informe final.

– Estoy haciendo memoria, disculpá. Creo que ya me acordé lo que pasó. Ese informe que ellas entregaron, después hubo respuestas de las instituciones a ese informe. No es que haya otro informe, sino que en realidad la ANI y la Cinemateca opinaron sobre ese informe, porque ese informe interpela un poco a las instituciones y tiene esa delicadeza: lo opinión de dos técnicos que van a los lugares, que era lo que nosotros buscábamos, una mirada externa. También sucede que las propias instituciones tienen su manera de interpretar este mismo hecho. Las instituciones lo que hicieron fue informar sobre lo que estos chicos informaron.

– ¿Qué informaron?

– Informaron que había… Dejame recordar bien. La cantidad de títulos uruguayos que había, cuántos eran de nitrato, cuántos eran de polyester, cuántos estaban en blanco y negro, color… una serie de aspectos técnicos. Después cómo veían que se procesaba la información, los protocolos, que había pocas personas en los archivos, que a veces no se cuidaba del todo los protocolos, que a veces- Viste que se manejan algunos materiales y que necesitás guantes, y decían que a veces no se cumplía exactamente con eso. ¿Qué otra cosa? Se decía que los nitratos va a haber que sacarlos de ahí, porque la población que está en la zona circundante es muy precaria, para evitar riesgos. Por ejemplo, en dos oportunidades pedimos que fuera un control de bomberos. Los bomberos no encontraron como riesgo. Viste que el nitrato es inflamable. El informe planteaba la necesidad de trasladar algunos materiales desde allá, de Camino Maldonado. Las instituciones no necesariamente opinaban lo mismo. Ahí hay como tensión y opiniones y es muy difícil. Por eso planteamos lo del centro, también para dar solución a esa tensión. Generar un espacio donde todos estemos de acuerdo de que allí van a ir determinados materiales. De ahí prevalecer los materiales nacionales, básicamente, y que eso podría ser después ampliable a otros materiales. Es empezar para seguir caminando.

– ¿Qué fue lo que dijeron las instituciones?

– No lo recuerdo exactamente, sí que de pronto los protocolos sí se cuidan. No me acuerdo exactamente. En todo caso preguntarle a Inés Peñagaricano que fue quien desde el instituto siguió mucho los temas en detalle.

– ¿Yo puedo acceder al cuarto informe?

– Es del instituto.

– No es público.

– No sé, la verdad. Yo no lo tenía como no público. No sé cuál es la política actual de instituto.

– Pregunto en el Instituto.

– Pregunte. Exactamente.

– Papich no tenía reconocido este informe específicamente.

– Lo que pasa es que fue un proceso de trabajo y si a mí me preguntás cantidad de informes, tampoco te sé decir. Nosotros necesitábamos información y lo que me quedaba no es el número de informes, sino la información.

– Se me ha convertido una película de periodistas todo este tema. El cuarto informe. Keldjian me dijo que no era preliminar, que estaba aprobado por ellas. Si bien ellas no son las que hicieron el relevamiento…

– Pero es eso lo que te digo. Si dije que era preliminar es porque las instituciones quisieron contestar. Quedó como abierto, ese informe más las opiniones de las instituciones. Ahora que te estoy diciendo, no estoy recordando bien el de Cinemateca. El de la ANI lo tengo más presente.

– ¿Qué datos arrojó el de la ANI?

– No recuerdo exactamente las fricciones, pero sí- No nos olvidemos que un informe técnico que interpela el trabajo de otros de alguna manera no es bien recibido, porque lo ven de otra manera. Tanto Cinemateca como la ANI son instituciones que tiene muchas dificultades. Una privada, otra del Estado, y tienen problemas similares…

lata de la película Almas de la Costa

Almas de la Costa, restaurada por Cinemateca mediante convenios internacionales.

– Voy a pedir el informe. En los primeros informes se habla de apoyos asistemáticos a las instituciones. Por lo que se puede entender, se refieren a los apoyos que recibe Cinemateca desde distintas esferas del MEC, o aplicando a los fondos para tal festival y así… ¿Qué apoyos concretos recibió Cinemateca por parte del ICAU?

– Los apoyos fueron específicamente para el Festival. Puede haber habido algún apoyo muy puntual para alguna gestión que de pronto necesitara Cinemateca. Por ejemplo, a partir de alguna gestión… Cuando se hicieron los informes que se necesitaba algún instrumento para medir humedad y algún tipo de esas cosas, ha apoyado el Instituto. Cosas muy como puntuales, como de funcionamiento. Los festivales. Tiene que ver más con esa área de los festivales.

– ¿Aplicando a fondos?

– Claro, exactamente. No han sido apoyos como hizo el ministerio. Nosotros como teníamos tan compartimentado el fondo, tan pautado, no teníamos mucho margen. Esta cosa de los informes fue una forma de apoyar a todo lo que es patrimonio. Dar elementos para la mirada estratégica.

– ¿Desde el MEC qué apoyos recibió Cinemateca? (Digo antes de este apoyo del MEC y la IM)

– Ahí fue dispar por los años, de distintas oficinas. Yo no te sabría decir exactamente cuánto, no te sabría decir un número exacto del apoyo del MEC. Pero sí, sé que Dirección de Cultura apoyó a Cinemateca en distintas oportunidades, en algún momento la Comisión de Patrimonio Histórico. No sé qué otra área. No te sabría decir, porque se gestionó por distintas oficinas.

– ¿Cuál era el retorno que Cinemateca ofrecía por esos apoyos?

– Ahí no te sabría decir. Habría que hablar con los propios directores. Sé que tenían algunas contrapartes, en el caso nuestro no, era Fondo de Fomento y tenía que ver con lo que pasa con los festivales. Habría que ver con cada área específicamente. Es lo que quiso hacer el ministerio con el convenio: unificar los apoyos que salían de distintas oficinas, en distintos momentos, unificarlos y hacer un apoyo concreto.

– Tengo entendido que este apoyo consiste en lo económico pero también en una especie de mediación con respecto a la gestión. ¿Hacia donde está enfocado ese plan de trabajo?

– Yo no estuve en la negociación de todo eso, quizá el que te puede informar mejor es el director general. Yo en ese proceso lo que hice fue darle todos los insumos del trabajo que habíamos realizado. No estuve en las negociaciones y además coincide con mi salida del instituto. No sé las condiciones de la negociación. No llegué a ver el convenio firmado.

– Dentro del convenio tengo entendido que se le pide a Cinemateca no cerrar la sala de 18 de Julio. ¿No hay algo medio contradictorio por parte del Estado al reclamarle una función esencial con respecto a la conservación y al mismo tiempo obligarla a mantener una estructura inviable?

– No me gustaría opinar ahí porque no estoy al tanto, no leí el convenio. Te podría opinar desde mí y no desde el MEC.

– ¿Qué opinás desde vos?

– Estoy un poco al tanto de cuál es la situación de la sala 18. Es una sala que es grande y es la razón por la que todos queremos que esté abierta, pero la realidad es problemático para Cinemateca mantenerla abierta porque tiene un montón de problemas, contractuales, de habilitación. Si yo tuviera que decidir, tendría que decidir con Cinemateca qué es lo mejor. No sé si es esa la sala que hay que conservar. En eso me baso mucho en tratar de entender con las instituciones involucradas y tomar una decisión en conjunto: vamos para acá, o para acá. No sé si fue esa una condición, la verdad no lo sabía.

– Fue una de las condiciones.

– Me falta información para opinar. Quizá eso tiene que ver con que hay contrapartes de los apoyos que tienen que ver con la ANEP y ahí vos tenés que llevar gurises al cine y de repente se está pensando en muchos chiquilines y de repente no entran en otro lado. Habría que ver un poco el marco de la negociación y a qué se llegó. Sé que había negociaciones por la ANEP, con formación docente. Al final no sé cómo terminó el convenio. Hay más actores involucrados y eso debe responder a esa lógica.

– ¿Llegaste a conocer a Manuel Martínez Carril?

– Sí.

– ¿Qué diferencias creés que existe entre la gestión de él y la actual gestión?

– Bueno, me parece que si bien la gestión de MMC va hacia no hace tanto, creo que hubo distintos momento de la Cinemateca con MMC. Entre medio de su gestión el mundo del cine cambió y deja quizá la Cinemateca en un momento en el que todavía los cambios no terminan de procesarse y la Cinemateca está tratando de reinventarse. Me parece un momento bisagra. Prefiero hablar de las instituciones. La importa de MMC fue importante en su momento. Quizá en otro no fue tan importante o le dio una impronta distinta. No sé si es importante lo que opino sobre la diferencia en las gestiones, porque la Cinemateca es una asociación civil sin fines de lucro que funciona con una directiva y en su momento MMC era su director, que le daba una impronta específica, pero bueno, ahora, la Cinemateca sigue existiendo y es otro mundo y tiene problemas distintos. Una institución de sesenta-y-pico de años acarrea mucha historia y el reinventarse no es fácil. Si bien es una institución que tiene muchos problemas, también tiene una historia que puede acompañar a que esos procesos para crear una Cinemateca en el futuro. Tiene que querer hacerlo la Cinemateca y poder hacerlo. Yo creo que es medio prematuro. Soy bastante realista, pero tiendo a una mirada optimista de la realidad y creo que se puede reinventar y puede actualizarse. Creo que es difícil evaluarlo hoy. Creo que cuando estén las salas si la Cinemateca hace un proceso paralelo a esa espera de las salas en cuanto a gestión y a ordenar su casa, irse fortaleciendo y no seguir en la emergencia (es muy difícil para cualquier institución, cualquier familia, estar bien cuando se está siempre en la emergencia). Eso implica revisión, dejar algunas cosas y tomar decisiones. Creo que estamos en pleno momento de esa toma de decisiones. Es un momento medio prematuro como para evaluar.

– Con respecto a la ANIP, ¿Qué interacción tuvo el ICAU a lo largo de tu gestión con él?

– Para nosotros el archivo fue una de las instituciones en pie de igualdad con las otras. Una institución importante como lo es la Cinemateca. Era bien importante para nosotros el acervo que tiene y lo que han hecho con él y los problemas que podían tener. Hemos tenido un vínculo horizontal, y que además compartíamos una institución [el MEC]. Si bien compartimos una institución, pertenecemos a direcciones distintas. El ANIP depende del SODRE y el ICAU depende de la Dirección General del Ministerio. Compartimos organización pero tenemos direcciones distintas.

– ¿Es posible que el ANIP tenga una responsabiliad con respecto a la conservación de patrimonio audiovisual, tanto dentro de su institución como en relación a las demás instituciones que se encargan de eso?

– Yo entiendo que por eso el proyecto del centro de conservación estaría integrado por todas las instituciones inclusive el ANIP. Y puede ser que ese archivo tuviera un liderazgo especial, eso no está definido, en ese centro, podría ser. No está previsto, pero podría ser. Depende de las vocaciones institucionales que tenga cada organización y que quiera liderar algunos procesos.

– ¿Hay gente capacitada para ocupar ese puesto?

– Creo que sí, tenemos gente. No sé si adentro o fuera del ministerio, pero eso sería cuestión de empezar a ver nombres, evaluar, curriculum, méritos. Hay una parte que es de gestión, que es un palo distinto que tiene que ser un técnico o un perfil de gestión que a la vez sepa de conservación. Alguna gente en ese sentido hay. Habría que evaluarlo oportunamente, pero hay que evaluarlo.

– ¿Estás al tanto de que el archivo del SODRE desde Agosto no tiene funcionarios?

– Sí.

– Eso expone a los materiales a la situación menos recomendable, que es cambios importantes de temperatura y humedad. ¿Por qué se da esa situación en el único archivo público?

– Es una decisión del SODRE que no comparto, es todo lo que te puedo decir. Achicar en esta área, no estamos de acuerdo.

– ¿No tuvo incidencia el ICAU en el tema?

– Hablás de Agosto pero no se supo en Agosto. Nosotros no nos enteramos en Agosto. Yo me enteré a fin de año. Ya cuando sucedió ya era un hecho.

– Tengo entendido que el funcionario que se encargaba terminó su contrato a principio de año y siguió yendo hasta Agosto por voluntad propia. Desde Agosto el que se encarga de prender los aires acondicionados ahí es un funcionario de acá, de TNU.

– Ahora en esta dirección, estamos haciendo algunas gestiones para ver de contratar a alguien que cubra, o a la misma persona o a otra. Es una cosa que se está tratando de encauzar.

– ¿Desde TNU?

– Desde el Servicio de Comunicación Audiovisual.

Las bóvedas del Archivo Nacional de la Imagen en el predio de TNU

Las bóvedas del Archivo Nacional de la Imagen y la Palabra (ANIP) en el predio de TNU, que hasta Febrero de este año seguía sin funcionarios.

– Se reestructuró toda la cuestión. ¿Qué son esos cambios y cómo inciden en este asunto que estamos discutiendo?

– Nosotros ahora estamos integrados por las radios, el instituto y la televisión. En el área de patrimonio hay una debilidad y es que el archivo no esté en nuestra órbita. Entendemos que racionalmente es el organismo al cual debería pertenecer.

– ¿Pero el SODRE no está dentro de esa órbita?

– No, no, no. El SODRE es una organización que integra el ballet, los elencos estables, el auditorio. Ahora las radios pertenecen al Servicio de Comunicación Audiovisual, que es una Unidad, al igual que es el SODRE. Nosotros originalmente somos las tres direcciones, y estamos desarrollando una línea y en pleno diseño del tema patrimonio. Tanto para las radios, con el tema de la fonoteca (ellos digitalizaron gran parte de sus materiales). El ICAU sabés la línea que está trabajando. Desde el canal también tenemos mucho cuidado con todo lo que tiene que ver con nuestros materiales, nuestro inventariado, nuestra videoteca. A las tres instituciones nos es importante el tema, le ponemos un cariño especial. Es bastante sencillo porque tenemos esa afinidad y lo entendemos como parte de nuestra gestión. El que el archivo no sea parte de esta unidad nos parece como una debilidad, pero eso son procesos institucionales que quizá en algún momento se corrija.

– ¿Eso es una posibilidad?

– Yo creo que sí.

– ¿Depende de voluntad política?

– Esta institución que te estoy comentando es una institución nueva que recién está naciendo y va a ir tomando su identidad. Si se entiende que sea, será, sino seguirá por su otro carril.

– Con respecto a la mesa de trabajo sobre tema patrimonio. Se demoró en ICAU en darle un reconocimiento institucional a esa mesa de trabajo. ¿Por qué se-

– ¿A qué te referís con eso?

– A que se demoró en firmar un reconocimiento de que esa mesa se estaba desarrollando y que se estaba trabajando concretamente en el tema patrimonio.

– Eso es una demanda de algunas de las instituciones, que querían formalizar con una carta o algo, que es verdad, a veces no era un tema de falta de voluntad. La dinámica a veces- Nos hemos dedicado más a hacer que a formalizar a veces. Eso es una debilidad y la asumo, pero también creo que no ha sido una limitante en el trabajo. Sí para algunas instituciones es importante formalizarlas. Es un camino. Estoy de acuerdo. El por qué, es simplemente que no hemos llegado a los tiempos de las cosas como nos gustaría, pero no ha sido falta de voluntad política, sino falta de puesta en práctica y de gestión, porque también entendemos que no era lo sustancial.  Nosotros fuimos un agente articulador. El documento del Compromiso es lo más formal que tuvimos. Lo que quedaba por hacer era firmar un acuerdo de partes, como un acuerdo de cooperación, que eso está bueno porque da lugar a que las instituciones estén más tranquilas y puedan aportar recursos y cosas. No es un reconocimiento que da el instituto, no es algo que le doy el “Certificado de Nacionalidad” o el de “Interés Cultural”, nosotros somos una institución más en esa mesa. Lo que hacemos es ser articuladores para que las cosas sucedan, en ese sentido bajo el tema- El instituto es importante, pero era una mesa de trabajo donde cada uno ocupaba su lugar. Si alguna de las instituciones hubiera tomado la iniciativa de cerrar el proceso se hubiera agilizado un poco más. Fue un tema más de gestión que de voluntad.

– ¿Se llegó a un punto de común acuerdo entre las partes de la mesa?

– Lo que está en el Compromiso Audiovisual es lo que se terminó acordando. Los pasos.

– Pero siguieron laburando después.

– En el 2015 lo que movió a la mesa fue el tema con el mobiliario de Zona Franca, que no sé si estás al tanto, que ahí fue un viaje un poco de arena gruesa, por temas formales y de cómo acceder a ese material, encontrar la figura mediante la cual el BROU nos transfiere el equipamiento, la evaluación de ese equipamiento. Ese trabajo fue interesante hacerlo con la mesa, porque ahí es donde está la gente que sabe de estas cosas. Primero evaluar si el material servía o no servía, las visitas… Lo que me enteré últimamente es que está pronto a completarse y nosotros desde la unidad estamos apoyando y proveyendo un lugar para que puedan depositarse las cosas. Se estaban viendo lugares a dónde llevar el mobiliario y eso se está trabajando con la mesa.

– Ahí en zona franca sería el depósito único

– No. En zona franca está el equipamiento, que era del laboratorio Cinergia que se fundió en su momento y quedó ese material ahí. El BROU lo remató, lo compró y nos lo va a, no sé cuál es la figura legal, no es donación pero es algo similar. Nos lo va a transferir. Se lo va a transferir al Ministerio para uso de las instituciones. Eso se tiene que sacar de zona franca. Habíamos ofrecido un lugar con la unidad, con las radios, pero están resolviendo a dónde va y esos temas con el banco. Esto se trabajó con la mesa, bastante.

– ¿Antes de que vos abandones la dirección del ICAU, se terminó de formalizar el tema del trabajo de la mesa? Te pregunto porque era una preocupación.

– ¿Lo de la carta? No. Lo único que sé, cuando yo me estaba yendo, es que se estaba redactando la carta. Eso te puede informar la coordinadora, Inés. Había un borrador.

– Desde la dirección de la Unidad del Servicio Audiovisual. ¿Tenés idea de que tiempos hay previstos para implementar lo del Depósito Único?

– No. El tema de los tiempos quedó para definirse. Eso es Martín.

Web del fundido laboratorio Cinergia, ubicado en Zona Franca

Web del laboratorio Cinergia, ubicado en Zona Franca, fundido hace años.

 

Para hacer posible más artículos como este, apoyá nuestro proyecto. ¡SUSCRIBITE!