Mundo Privado

Se estrena El Mundo de Carolina y entrevistamos a su directora, Mariana Viñoles

Desde el año 2006, cuando se estrenó su ópera prima Crónica de un sueño (2004), la directora Mariana Viñoles, formada en Suiza, ha realizado cuatro documentales más. El último de ellos se llama El Mundo de Carolina y se estrena el 31 de Marzo en Montevideo, en las salas de Life Casablanca.

A diferencia de lo que ocurría en Crónica de un sueño, o las posteriores Los Uruguayos (2006) y Exiliados (2011), El Mundo de Carolina se centra en un solo personaje y ahonda en su mundo íntimo.

Carolina es una chica de 21 años con Síndrome de Down que a partir de las preguntas de la directora cuenta sus problemas, habla de las historias con sus novios, de los besos, se ríe de los silencios y reflexiona sobre la relación con su familia, que son su madre y una señora llamada Mary. Mientras se cuenta la historia de Carolina, el mundo de la directora, Mariana, aparece frente a cámara cuando su bebé llora o cuando cuenta su historia, motivada por las respuestas de Carolina, convirtiéndose así en co-protagonista del relato.

El Mundo de Carolina, fue exhibida el año pasado en la Sala Pocitos de Cinemateca en el marco del DocMontevideo, y tuvo su estreno internacional en el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam. La película fue también seleccionada por el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, y por el Festival Internacional de Film de Femmes, en Francia.

La fotografía fue realizada por la propia directora -como en todas sus películas-, la música es de Franny Glass, la post-producción de sonido es de Daniel Yafalian (El Casamiento) y la producción de Stefano Tononi, co-fundador junto a Viñoles de la productora Cronopio Film.

El Mundo de Carolina, ganó en 2013 el Fondo de Fomento para Producción de Largometrajes Documental, y contó con el apoyo de Montevideo Socio Audiovisual.

Con motivo del estreno, mantuvimos este breve intercambio con la directora:

¿Cómo conociste a Carolina? ¿Por qué decidiste filmarla?

La conocí en un grupo de jóvenes con síndrome de down que estaban aprendiendo a bailar tango. Llegué a ese grupo convocada por los profesores para hacer un acompañamiento del proceso de trabajo. Estuve acompañadolos durante dos veranos consecutivos. Allí establecimos un vínculo fuerte con Carolina y al final de un largo proceso, decidí que quería hacer una película donde ella fuera la única protagonista. Tenía además una historia personal con la temática que me motivaba íntimamente.

Vos misma haces la cámara de tus películas. ¿Cómo manejaste esa relación entre captar/manejar la imagen y dirigir de alguna forma a Carolina?

La idea es que esa cámara vive, respira, siente, como siento yo. Eso me da una presencia en la película más allá de que no aparezco (casi) nunca. No se trata de una entrevista formal donde una persona responde preguntas adentro de un cuadro tal, sino de lo que sucede entre ella y yo. Esa relación es fundamental en la construcción de esta película y fue pensada así antes de ser filmada. Somos solamente dos personas en el set, ella y yo, porque esa intimidad y ese tipo de registro eran esenciales para poder lograr lo que quería.

¿Por qué decidiste filmar a Carolina siempre en un mismo espacio de su casa y con un mismo encuadre?

Porque, a pesar de haber estado mucho tiempo filmando a Carolina en el espacio de las clases de tango y de tener un montón de imágenes bellísimas, yo no quería hacer una película más sobre personas con discapacidades. Quería hacer algo nuevo, tener una mirada fresca y comprometida con Carolina. Quería ver de qué manera, estando frente a ella, a través del paso de los meses y los años, nuestro vínculo se iba fortaleciendo en la intimidad de ese dialogo que se extiende en el tiempo. Entonces decidí que debía quedarme ahí con ella y descubrir su mundo desde ese espacio cerrado. Era un desafío enorme, pero me gustan los desafíos.

Hay cierta urgencia en la imagen y en el tratamiento general de EMDC. ¿Te interesa hacer un cine más rústico en el que prevalezcan las historias por sobre el resto de los elementos?

Todos los elementos del cine están finamente cuidados en la construcción de esta película, más allá de la historia. Hay un trabajo de montaje importante, los valores de plano varían y la puesta en escena es bastante clara. Aunque el punto de partida es aparentemente simple, es cierto.

¿Qué te dijo Carolina cuando vio por primera vez la película?

Nos dimos un fuerte abrazo y no dijimos nada.

La directora, Mariana Viñoles

La directora, Mariana Viñoles

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